Cuando las ambiciones son altas, el precio a pagarlas será igual de costoso. La decisión entre la familia y la carrera es una que tendrán que hacer los protagonistas de Un Bocado Exquisito, film danés que participa de la XVIII edición del Encuentro del Cine Europeo, cuya temporada de otoño se proyecta de forma gratuita y virtual en su plataforma.

La película sigue la vida de Maggie (Katrine Greis-Rosenthal) y Carsten (Nikolaj Coster-Waldau), una pareja con dos hijos con su propio proyecto gastronómico y un objetivo en especial: ganar una estrella Michelin. El gran conflicto empieza cuando Maggie descubre una carta dirigida a su marido en la que detalla que ella ama a otra persona. ¿Quién mandó la carta y con qué propósito? ¿Qué puede hacer ella para evitar que llegue a su destinatario real?
Tiene el suficiente conflicto, drama y tensión como para mantener en vilo al espectador y a la vez contar dos momentos paralelos -pasado y presente- en la historia de estos dos personajes.

Es en la combinación entre la actuación y el argumento -con algunos planos que acentúan el dramatismo- donde el film gana su peso y su ventaja. Por otra parte, como en toda película que involucre una temática gastronómica, también está el placer de devorar con los ojos la comida que se sirve en el restaurante gourmet en el que cocina el personaje de Coster-Waldau. Dan ganas de ir a cenar al ficticio Malus.
Como cualquier película con los mismos elementos, no va al hueso, pero sí va lo suficiente como para que el espectador termine satisfecho después de verla.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Un bocado exquisito mezcla drama, tensión y romance. Un intento de Historia de un Matrimonio pero con estrellas Michelin en vez de abogados