Luego de ganar el premio a la mejor ópera prima en el BAFICI 2021, finalmente, este jueves, llega a las salas el documental “Rancho” de Pedro Speroni. Un film que se sumerge en el día a día de una cárcel de máxima seguridad argentina mostrando de cerca las diferentes historias y sentimientos que atraviesan los reclusos durante sus días o años de encierro.
Desde la primera escena del documental, en donde se presenta el significado del título, el realizador propone un viaje a lo desconocido, un lugar romantizado muchas veces en otras producciones, pero aquí, lejos de eso, se enfoca en presentar la realidad. Jergas que muchas veces cuestan ser entendidas, condiciones edilicias precarias, hábitos y charlas, un entorno que resulta lejano y ficcional, aun siendo un tema que muchas veces llegó a la pantalla.
El director, junto con su cámara, se convierte en uno más, compartiendo cada momento junto a los presidiarios. Su presencia no invade, no interrumpe, deja que ellos sean los protagonistas, que se abran y cuenten sus historias. Este proceso de acompañamiento y confianza lo lleva a poder conocer más sobre el pasado y sueños de cada uno de ellos. Ser millonario, convertirse en boxeador, objetivos que se vuelven palabras esperanzadoras, pero que dentro de estas paredes descascaradas y comidas por la humedad parecen inalcanzables.
Ver “Rancho” implica transitar por varias emociones, lo que se ve aquí muchas veces puede ser chocante, inentendible e incluso producir impotencia. En ningún momento se busca ocultar el por qué estas personas están tras las rejas, son ellos mismos quienes cuentan sus verdades y son sus sentimientos hacia estos actos lo que explora este documental. Un trabajo interno tanto para quienes están frente a la cámara como para los espectadores.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografía
Música
Guion
Un trabajo interno tanto para quienes están frente a la cámara como para los espectadores.
