Como todos los meses, día a día la plataforma de streaming Mubi renueva su catálogo. En esta ocasión se estrena Tripping with Nils Frahm de Benoit Toulemonde, donde se invita al espectador a ser parte de un concierto en vivo del artista alemán. Contando a su vez con la producción ejecutiva de nada más y nada menos que Brad Pitt. Fusiona el registro documental con la música para generar un trance hipnótico, tal cual lo anuncia el título.
Nils Frahm se sienta en medio de una multitud de personas, que acudieron a verlo, sobre un escenario construido exclusivamente para él. Acompañado únicamente de sus pianos y tableros electrónicos comienza el recital. Así transcurre más de una hora de música electrónica original mezclada enteramente en vivo y directo o un concierto de piano, queda en cada uno con cual quedarse. Parando el músico algunos instantes para secarse el sudor y rehidratarse con un poco de cerveza.
Emulando al mítico hombre orquesta de los siglos anteriores, Nils recorre el escenario tocando solo todos instrumentos. Una mano en el piano, mientras otra dimea el sonido y un pie graba el loop, para luego salir disparado hacia la otra punta del escenario a repetir el procedimiento. Sus dedos vuelan y realizan movimientos casi inhumanos, que cautivan la mirada. Empero, no deja de ser un contenido para un publico especifico. El nicho de personas que disfrutan de este estilo musical disfrutaron del documental. No así quienes no lo hagan, que podrán cautivarse algunos minutos con la performance, pero pasado el impacto inicial todo se les volverá cuesta arriba.
Tripping with Nils Frahm de Benoit Toulemonde no deja de ser un recital grabado, Por lo tanto al verlo, el resultado no será el mismo que al asistir, ya que pierde la magia y singularidad de la presencialidad. Salvado por el elemento performativo, que entretiene más allá de la música. A quien, como corresponde, lo despiden con una catarata de aplausos sobre el final del espectáculo.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Tripping with Nils Frahm de Benoit Toulemonde no deja de ser un recital grabado, Por lo tanto al verlo, el resultado no será el mismo que al asistir, ya que pierde la magia y singularidad de la presencialidad. Salvado por el elemento performativo, que entretiene más allá de la música. A quien, como corresponde, lo despiden con una catarata de aplausos sobre el final del espectáculo.