“Summer of 85” de François Ozon. Crítica.

En esta ocasión nos encontramos con que Mubi, la plataforma de streaming con curaduría, agrega a su catálogo una de las películas del prolífico director François Ozon. “Summer of 85” pasó por varios festivales y cosechó varias nominaciones sin llegar a consagrarse en ninguna. El guion toma parcialmente la novela “Dance on My Grave”, publicada en 1982 por Aidan Chambers. Un coming of age, que si bien podríamos decir que habla de algo tan abarcativo como el amor, no es cualquier amor. Es ese primer enamoramiento que explota el cráneo y llena la barriga de mariposas. 

Durante el verano de 1985, Alex tiene apenas 16 años y vive en una tranquila ciudad costera de Francia. Allí conocerá a David, con quien desarrolla la primera relación amorosa de su vida. Pasean en bote, van al cine, trabajan junto y tienen mucho sexo. Al menos hasta que Alex se da cuenta que David no entiende las relaciones como ataduras y recurre a otros amantes. Lo cual destroza el corazón del joven protagonista. 

A cierta edad uno de los pocos denominadores comunes entre las personas es que todas en algún momento sintieron el flechazo de cupido por primera vez. Aquel primer amor, probablemente de la adolescencia, que llena el cuerpo de gas y lo deja flotando de éxtasis. Llegando a pensar que todo está bien, creyendo entender el significado de la palabra amor, como expresa Alex en algún momento. Aunque, al igual que con un globo aerostático, cuando todo se termina la caída pocas veces es suave. 

Terminar aquella relación suele significar un cambio radical. Dejar atrás muchas primeras experiencias, tal vez el primer beso, a veces la primera relación sexual o la primera apertura emocional. Y pasado los años, se le otorga otro peso a las cosas. Incluso entendemos que es un ciclo que puede repetirse hasta el infinito. Pero siendo adolescente, a veces parece el fin del mundo como lo conocemos. Como dijo Will Smith hace poco: “el amor nos hace hacer cosas locas”. Y si bien el hecho de que sea una relación gay pareciera ser importante, pasa a un segundo plano. Relevado por ser una historia simplemente de amor.

“Summer of 85” de François Ozon funciona tan correctamente por este motivo. Logra captar aquellas sensaciones tan dramáticas que uno siente en aquella etapa de la vida, al finalizar una relación. Además los movimientos de cámara y los encuadres le agregan un efecto retro muy bien logrado. Sumado a las canciones elegidas y los vestuarios de los personajes, tenemos un combo vintage que enamora.