Con un ritmo acelerado e inquietante de principio a fin llega “Shiva Baby”, el film de Emma Seligman. Una historia que incomoda en todo momento al espectador, y se da en un único espacio que es utilizado y aprovechado a la perfección. El suspenso es una herramienta empleada durante toda la película, con una cuota de humor que funciona de forma totalmente adecuada al drama que representa la situación y el conflicto principal. La fotografía desarrollada, que sigue en todo momento a la protagonista sin darle respiro alguno, sumado al sonido alarmante de la pieza audiovisual, acompañan la maravillosa actuación de la actriz protagonista Rachel Sennott.
Danielle es una joven estudiante universitaria que mantiene relaciones sexuales con Max, un tipo de treinta y pico. La joven asiste a un funeral judío con sus padres, donde se encuentra a su “sugar daddy”, quien resulta ser un viejo amigo de la familia, que tiene esposa e hijo. Ante la sorpresa de esta situación, los comentarios que recibe sobre su vida y la presencia de su amiga, Maya, con quien no tiene de momento una gran relación, Danielle deberá pasar por situaciones realmente incómodas y atormentantes durante el shiva.
El guion mantiene un ritmo intenso e inquietante, que logra desarrollar cada uno de los sucesos dentro de la reunión de forma precisa, además de contar con diálogos extraordinarios que captan la atención del espectador en todo momento. Cada pequeño punto de inflexión desencadena un problema inmenso en la situación a la que se enfrenta la protagonista. Los planos empleados generan de forma increíble el suspenso y el dramatismo que caracteriza a la película, donde se pueden observar algunos planos secuencia y primeros planos maravillosos, los cuales se abocan en mostrar la perspectiva de Danielle durante todo el film.
La iluminación y el sonido son dos factores que también funcionan de excelente forma en el desarrollo de esta obra prima, donde se utilizan sonidos que pareciesen sacados de una película de terror por su aparición inquietante en los momentos culmines de la historia. La iluminación además cumple un rol destacado, donde se observa como los colores varían dependiendo de la situación emocional que vivencia la protagonista. Las actuaciones son fundamentales, donde cada uno de los personajes que rodea a Danielle funcionan como detonante de toda la situación, en esta magnífica obra audiovisual.
Sin dudas, una película que tiene de todo. “Shiva Baby” es la representación de una perfecta coreografía audiovisual, donde cada parte cumple un rol esencial. La directora Emma Seligman recrea su obra prima, esta vez hecha versión largometraje, con una propuesta ingeniosa, divertida y atrapante. Desde la primera escena ya se puede determinar el ritmo que tomará la obra. Una mezcla de suspenso, drama y comedia que se entrelazan a la perfección, donde el espacio en el que transcurre la historia es aprovechado y explotado de forma totalmente acertada.
Shiva Baby. Crítica
Dirección
Guion
Arte y Fotografía
Actuación
Sonido y música
“Shiva Baby” es la representación de una perfecta coreografía audiovisual, donde cada parte cumple un rol esencial. La directora Emma Seligman recrea su obra prima, esta vez hecha versión largometraje, con una propuesta ingeniosa, divertida y atrapante. Desde la primera escena ya se puede determinar el ritmo que tomará la obra. Una mezcla de suspenso, drama y comedia que se entrelazan a la perfección, donde el espacio en el que transcurre la historia es aprovechado y explotado de forma totalmente acertada.