Una bella estrella de la época dorada del cine, un actor en el ocaso de su vida, un escritor cinematográfico frustrado y un viejo director hacen lo imposible por conservar el mundo que han creado en una vieja mansión ante la llegada de dos jóvenes que presentan una amenaza que lo puede poner todo en peligro. Por Bruno Calabrese.
Sin subirse al carro de la fama, luego del Óscar ganado, Juan José Campanella homenajea al cine argentino con una remake de “Los Muchachos de Antes no usaban arsénico” de José A. Martínez Suarez, del año 1976. Clásico del cine argentino protagonizado por Narciso Ibañez Menta y Bárbara Mujica, considerada una de las más ingeniosas películas del cine nacional. La misma pasó sin pena ni gloria por las salas pero con los años ha ganado prestigio de clásico autóctono. Además significó la última película del gran actor y director Mario Sofricci.
Con todo estos antecedentes, un complicado desafío se le presentaba al director de “El Secreto de sus ojos”, el cual supera con creces. Campanella logra adaptar de manera perfecta los conflictos existentes entre las brechas generacionales de los protagonistas de la primer versión a nuestros tiempos. Apoyado por la brillante interpretación de Graciela Borges en el papel de Mara Ordaz, la actriz que añora los tiempos de fama y vive venerando ese premio que se encuentra en la sala principal de la casa. Acompañada de manera magistral por Luis Brandoni como Pedro De Córdova, su esposo, un actor que vivió a la sombra de ella y que quedó postrado en una silla ruedas por un accidente. Oscar Martínez como Norberto Imbert y Marcos Mudstock como Martín Saravia, director y guionista, respectivamente, de las películas de Mara aportan los mejores momentos de humor negro. Con acidez y cinismo, debaten e ironizan sobre el cine, sobre la vejez y sobre los “tips” (consejos le dicen ellos) de la juventud que interrumpe en su casa y que a ellos no los respeta.
La juventud está a cargo de NIcolás Francella como Francisco Gourmand, quien se dice admirador de Mara pero esconde oscuros intereses. La española Clara Lago (a quien habíamos visto en la divertida “Ocho Apellidos Vascos”) es Bárbara Otamendi, la mujer que se las sabe todas y que es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo. Ambos se acoplan muy bien a los veteranos actores, generando un ambiente de tensión e incomodidad permanente. (Genial la escena del partido de pool entre Bárbara y Martín Saravía, donde ambos se sacan chispas).
Con referencias y escenas que homenajea a antiguas películas “El cuento de las comadrejas” no solo rinde culto a una de las mejores películas del cine argentino, sino también a grandes cintas de los años 50, como “The Ladykillers” y “Sunset Boulevard”. En línea con el mejor cine de los hermanos Coen, Campanella nos trae una comedia de humor negro imperdible. El esperado regreso al cine de uno de los mejores directores argentinos de la actualidad se hizo realidad y lo hizo de la mejor manera.
Puntaje: 95/100.