Arrancó el Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquin 2019. La pelicula de Santiago Loza fue la encargada de dar inicio al FICIC. Por Bruno Calabrese.
Tania ,una chica trans, emprende una aventura junto a dos amigos para cumplir el deseo a su abuela recién fallecida: llevar a un alienigena pequeño y violeta al lugar donde fue encontrado.
El multipremiado director, Santiago Loza, nos cautiva con una aventura inmersa en una estética clase B propia de los ochenta. Una historia sobre la amistad, el amor y el dolor que dejan en el cuerpo las huellas del pasado.
Desde la primera toma nos encontramos con Tania, con un antifaz para dormir que emula los ojos de E.T. Metafora perfecta sobre lo que vamos a ver, que nos da un preanuncio que ella no se siente de este planeta. Sus dos amigos de la infancia, Daniela y Pedro, sufren por los mismo. El fallecimiento de la abuela de Tania, hace que ambos vuelvan al pueblo natal, donde ellos sufrieron por los desprecios y maltratos de los habitantes. Al llegar a la casa, se enteran que la abuela tenía en el sótano un pequeño alien violeta, En pos de cumplir el deseo deciden emprender la travesía donde encontró al extraño ser.
Ese será el comienzo de un viaje instrospectivo de los amigos por su pasado, reencontrándose con seres que han hecho del mismo un calvario. Cada uno, a su manera, han sufrido los desprecios de los aliens humanos, que han hecho que ellos se sientan excluidos. En el camino tratarán de sanar esas heridas que aún duelen, que los lastima. Esas heridas que a Daniela no le permita tener una relación estable, que a Pedro no le permita sentirse bien consigo mismo y con su condición.
Breve Historia del Planeta Verde es una película sobre seres que se sienten diferentes, desplazados. Sobre un extraterrestre que en realidad es la marginalidad en la que vivieron los amigos. Sobre tres personajes que llevan un cuerpo que tiene mucho en común con ellos y que fortalece su relación. Una película entrañable y poderosa a la vez, sobre la amistad y el amor.
Puntaje: 90.
Esta crítica fue escrita en el marco del BAFICI 2019.