“Los Rescatadores: regreso al planeta Tierra” Crítica. Sé tú mismo

En la vida, los problemas que parecen más grandes pueden solucionarlos las personas más impensadas, esas que, aunque no siempre se animan, están incondicionalmente al lado de uno. Esta es la base de Los Rescatadores: Regreso al planeta Tierra, película animada que llegó a los cines el jueves 10 de agosto.

Brumble es un oso torpe, con un constante antojo de helado y un corazón de oro, tan grande como su tamaño. Un día, en el parque donde recicla la basura con sus amigos, le cae un cubo en la cabeza que resulta ser una nave extraterrestre que le da poderes especiales. El único tripulante es un gatito alienígena -Avi-, perseguido por una pareja de villanos que quieren conquistar el mundo.

Un punto a favor es la calidad de animación, con diferentes texturas y mundos que sorprenden hasta al espectador más conocedor. Asímismo, las características principales de los personajes, el núcleo esencial de la historia y los valores que transmite hacen que la experiencia sea más llevadera.

Por otra parte, no sólo se nota una falta de desarrollo en algunos temas y personajes, sino que también puede contener demasiadas cosas juntas en un mismo producto. Igualmente, también hay que tener en cuenta que estas son cuestiones que, posiblemente, los niños de la familia no vayan a percatar.

Al fin y al cabo, Los Rescatadores: Regreso al planeta Tierra es una cinta con protagonistas entrañables, con buen corazón que nos enseñan -a chicos y a grandes- que el verdadero valor de una persona no está en su “valentía”, sino en sus valores.