El documental ficcional, “El largo viaje de Alejandro Bordón”, realizado por el director Marcelo Goyeneche recurre a una mixtura de géneros y recolección de datos sobre la violencia institucional que afrontó Alejandro Bordón en carne propia. Lo eleva a una obra para poner en discusión, las conductas de los órganos de las fuerzas armadas y jurídicos . El filme se encuentra disponible en la página web del 19° Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos. Por. Florencia Fico.
El argumento del documental “El largo viaje de Alejandro Bordón” desde los acontecimientos sucedidos el 5 de Octubre en 2010 mientras el colectivero de la línea 525 Juan Alberto Nuñez resultó asesinado en la calle a poco de llegar a su empleo. El pensamiento principal es repasar el caso policial que muestra los detalles de una “causa armada” por las fuerzas policiales y posee relación con los sectores políticos y judiciales. Un relato que se replica continuamente en los núcleos carenciados de la nación argentina, específicamente en la Provincia de Buenos Aires. Una estadística que evidencia un conflicto obvio: el 75% de los sujetos detenidos en el interior de la provincia se halla en prisión preventiva; lo que supone sin una condena firme.
La dirección de Marcelo Goyeneche cuenta con una inventiva magistral al reflejar con diversos ángulos, técnicas y estéticas una problemática social como lo son las “causas armadas”. La ilustración, la literatura, la dramatización, los efectos especiales, dípticos y trípticos, cuadrípticos, las voces de los protagonistas reales de la historia, dan fruto a un documental de mestizaje, denunciante, revisionista y argumental.
El torno al guion, de Marcelo Goyeneche comulgan distintas formas narrativas que se amalgaman con naturalidad y autenticidad. El narrador e intérprete Jorge Prado, quien se proyecta como una figura que interpela al espectador, sobre determinados conceptos. Asimismo enfatiza en las líneas poéticas y contextualizadas que le da Goyeneche. Y acompaña a Alejandro Bordón en una conversación filosófica sobre la humanidad. “La indiferencia es el peso muerto de la historia, los que pecan de ser pobres, son los que cargan con el peso de esa sociedad”.
Las ilustraciones de Gustave Doré, con su estilo proveniente del Tenebrismo, donde las luces y sobras o el aspecto de sótano – bodega da esa experiencia vivida por Alejandro Bordón en la cárcel. En aquel lugar se dieron sus: pesadillas, las sensaciones de claustrofobia y ahogo, las secuelas psíquicas y físicas propinados por las fuerzas policiales.
El texto de Marcelo Goyeneche se nutre de la obra Divina Comedia para reformular la estructura clásica del poema italiano, con sus principales partes: “Infierno, Purgatorio y Paraíso”.
Cada uno de ellos se ve simbolizado en los momentos que vivió Alejandro ya sea detenido injustamente, agredido y manipulado por la policía. Conociendo el trasfondo y el entramado de complicidades, falsificaciones, corrupciones, engaños, aprietes, noticias amarillistas y sensacionalistas, sobre él y su familia; asimismo las “fake news” y la poca investigación periodística.
El registro de Goyeneche expone la construcción de un premeditado plan de arresto y un diseño malintencionado, fraudulento y encubridor de la negligencia policial, fiscal, judicial, estatal y política. Repitiéndose hasta en la actualidad en la cobertura ineficaz en casos de inseguridad, la pesquisa aún lombrosiana en la criminología y la “portación de cara” que estigmatiza a sectores de la población vulnerable.
La impunidad de las autoridades implicadas en el caso, que todavía gozan de privilegios, por su posición en las fuerzas armadas como: la del ex comisario Guillermo Brito que ha sido diputado provincial e intendente, asimismo, el oficial David Quintana oficial principal del Comando Lanus que continúa en su cargo. Y es quien lo detiene a Alejandro Bordón sin pruebas, dibuja la causa y es la punta del hilo. Lo encierra a Alejando en la espiral agresiva, venenosa, escalofriante y autoritaria de las fuerzas armadas que concluyen en las peores violencias institucionales, la aprehensión de un inocente.
Además el documental exhibe cómo a su vez se mancha el nombre de los familiares de Alejandro tildando a su mujer Susana Fleitas como promiscua, amante del chofer del colectivo o móvil del asesinato como “crimen pasional”. Aunque ella se arma de valor y empoderada sale a marchar y reclamar justicia por su marido detenido con altavoces, campañas y cortes de calle que llegan a ser multitudinarios por las adhesiones del sector aeronáutico donde trabajaba su esposo y el hallazgo del abogado gremialista Eduardo Soares.
La cinta tiene la voz del abogado de Alejandro, Eduardo “Negro” Soares como experto en materia de “causas armadas” o juicios por “gatillo fácil” quien pudo sacarlo de la prisión a Alejandro. Su aparición tiene más contundencia, cuando se sabe que él fue a parar en la misma cárcel de Alejandro en “Sierra Chica”. En las detenciones forzosas en la época de dictadura en los años 70′ debido a su inclinación política como Secretario de la Juventud Peronista en Mar del Plata.
“El sistema punitivo siempre es selectivo y los culpables siempre son los pobres”, manifiesta Soares; a lo que completa Susana: “Este sistema está preprarado para abusar de nuestra clase”.
El filme de Goyeneche compone el documental en formato ficcional con las actuaciones de: Diego Cremonesi como Alejandro Bordón con un porte serio, sensible y comprenetrado, el actor Jorge Prado como un personaje que esboza la voz de la sabiduría y la conciencia, la actriz Tatiana Sandoval en la piel de Susana la dota de un carácter contestariario y luchado; y la interpretación del actor Manuel Vicente como Eduadro Soares es convincente y combativa.
Tiene la participación especial de: la psicóloga y cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, Norita Cortiñas y el director José Celestino Campusano; ambos son portavoces del entendimiento de las injusticias sociales.
La dirección fotográfica de Martin Siccardi emplea planos generales, para los momentos más teatrales del filme; con tomas cenitales en el rostro de Diego Cremonesi como Alejandro; en los que se denota inestabilidad emocional o confusión. Asimismo capturas en detalle de la cara y sus expresiones como nota de sus impresiones y reacciones, asimismo, con Susana y todo el elenco. Emplea una iluminación opaca casi monocromática, para los momentos de tragedia. El blanco y negro para las entrevistas en profundidad con los protagonistas reales para darle esa esencia del cine Alfred Hitchcock. Sumado a la música original de Gaby Goldman, que brinda una armoniosa conjunción; con melodías a base de instrumentación de cuerdas como pianos y violines; que dan ese ambiente tétrico y melancólico agitado por bandoneones y percusión.
La docuficción recreada por Marcelo Goyeneche dimensiona la invisibilización que posee la comunidad argentina sobre las “causas armadas” por los entes de control social ya sea el aparato policial o judicial y la violencia institucional que ejercen en poblaciones vulnerables. Goyeneche compone un collage audiovisual, que apela a la provocación de distintas perspectivas de un hecho verídico testimonial, para que espectador se vea conquistado por su caudal artístico y su capacidad reflexiva.
Puntaje: 90
Dirección
Guion
Reparto
Música
Fotografía
La docuficción recreada por Marcelo Goyeneche dimensiona la invisibilización que posee la comunidad argentina sobre las "causas armadas" por los entes de control social ya sea el aparato policial o judicial y la violencia institucional que ejercen en poblaciones vulnerables. Goyeneche compone un collage audiovisual, que apela a la provocación de distintas perspectivas de un hecho verídico testimonial, para que espectador se vea conquistado por su caudal artístico y su capacidad reflexiva.