¿Cómo nace una canción y sus acordes? ¿Qué musa, bestia o deidad se apodera del autor, compositor o lo que sea para que la creación se materialice ante ellos? Yo y las Bestias, dirigida por Nico Manzano, participa en la Competencia Latinoamericana del 36mo Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, indaga de un modo particular sobre estas temáticas.

El centro de todo y quien aparece en la mayoría de los planos es Andrés, trabajador de laboratorio por dinero y músico de vocación, quien al ser echado de su propia banda por desacuerdos varios, debe reinventarse y reencontrarse con su sonido personal. En el medio, aparecen dos seres que lo ayudarán en la búsqueda.
Es como si fuese una situación salida de un cuento de Julio Cortázar. Esa realidad fantástica o experimento lúdico de la cual no se sabe el origen, se hace presente en la vida del protagonista para darle la mano que nadie le sabe dar, ni su jefa, ni su madre, ni siquiera sus colegas.
La música que se escucha a lo largo de la cinta está compuesta por el propio realizador venezolano. Con influencias citadas a Radiohead, Lisandro Aristimuño y Gustavo Cerati, es lo que más resalta y se disfruta del film. Los planos también son muy visuales y se aprovechan al máximo, dándole lugar, por ejemplo, a la diferencia de los colores entre la presencia y ausencia de los entes amarillos, entre lo creativo y la realidad.

Jesús Nunes interpreta a Andrés de forma humanamente maravillosa, es un joven que está tan acostumbrado a los golpes de la vida que no le queda otra más que salir adelante. Siempre masticando la bronca interna y haciendo que el espectador se cuestione cuándo va a reaccionar.
En diferentes situaciones de la película, la realidad alza su cabeza para mostrar su presencia inevitable, pero si hay algo que demuestra Yo y las Bestias es que, a pesar de eso, la creatividad y la imaginación están en el asiento del acompañante para que sigan jugando con nosotros las veces que sea necesario.
Calificación
Actuación
Arte
Fotografía
Guion
Música
Yo y las Bestias es un divertido experimento fantástico que muestra la constante presencia de la creatividad ante las realidades más adversas




