Martín Vilela trae un documental sobre una experiencia muy particular que parte de la búsqueda de reconstruir el árbol familiar y termina en una obra de suspenso.
La primera escena muestra el interior de un barco, que estaría entrando a un puerto de Alemania por lo que se alcanza a leer en un cartel. Luego hay un salto temporal hacia un año antes y aparece una pantalla en negro con textos que eran un intercambio de mails que tuvo Martín con Werner. Martin se presenta diciendo que le escribe desde Buenos Aires Argentina, que buscando en un álbum familiar había encontrado una tarjeta de él y como se encontraba rastreando los orígenes alemanes de su familia, él quería saber si tenían algún parentesco. Curiosamente Werner le contestó agradeciendo por haberle escrito y le comunica que hacía muchos años había estado casado con la prima de el abuelo de Martin, que vivía en Hamburgo, y que si a Martín le parecía bien, él podría viajar a Buenos Aires para así conocerse.
Estos son los primeros 70 segundos de un cortometraje de 16 minutos que va generando intriga y suspenso a medida que avanza el relato.
Lo que denota lo bien trabajado que está el guión y el montaje. Vale también resaltar la fotografía y el sonido.
Calificación:
Fotografía
Guion
Montaje
Música
Un cortometraje documental cargado de intriga con un barniz de dulzura.