La emotiva ópera prima de la directora canadiense Shelagh McLeod se estrenará el jueves 4 de marzo en la sala online de Cinemark Hoyts.
Angus desempolva su telescopio de antaño. Mira, como todas las noches, esas estrellas que lo fascinaron durante toda su vida y ahora, a los 75 años, quiere ir más allá. Esta película abre un lúcido cuestionamiento respecto de los deseos de los adultos mayores: ¿pueden seguir soñando, aunque esos proyectos busquen forzar sus propios límites?
El célebre actor norteamericano Richard Dreyfuss se pone en la piel de un jubilado que vive con su hija y su familia, hasta que deciden llevarlo a un hogar para ancianos. Lejos de resultar paradójico, esta experiencia incrementará las ganas de triunfar en el concurso organizado por el billonario Marcus Brown. Barney, su nieto, hará todo lo posible para que Angus pueda formar parte del primer vuelo comercial al espacio.
Los problemas de salud le impiden al protagonista realizar algunas actividades. Él no se resigna. Las precisas instrucciones que le da a su nieto le permiten recuperar viejos mapas y trabajos científicos que él había realizado como ingeniero civil. Ese material le será de suma importancia en el presente. La reflexión y la aceptación de las propias limitaciones hacen que el personaje irradie una profunda sabiduría.
Los compañeros y las compañeras del hogar también se sienten motivados por los deseos de Angus. Su llegada incrementa las pasiones que ya tenían. Todos creen que una existencia bien vivida es suficientemente larga. La noche de la competencia los reúne delante del televisor donde esperan ansiosos el triunfo de su amigo. Sin embargo, las victorias, muchas veces, escogen los caminos dispares.
El cielo y las estrellas tienen un doble significado para el ingeniero. Él todavía busca en ese inquietante espacio azul las señales luminosas de Rosie, su esposa fallecida. Estas visiones estelares lo trasladan a la Tierra. Sus conocidos oolitos, aquellas esferas carbonatadas que están bajo el suelo, le otorgan la respuesta exacta que él necesita. Y, tal vez, su “hora de volar” no se encuentre tan lejana.
Crítica: Cristina López
Edición Periodística: Andrea Reyes
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografía
Música
Una película que abre un lúcido cuestionamiento respecto de los deseos de los adultos mayores: ¿pueden seguir soñando, aunque esos proyectos busquen forzar sus propios límites?
