“Playing men” de Matjaž Ivanišin. Crítica.

En época de olimpiadas, algo de deportes.

El pasado 1 de agosto, Mubi agregó a su catálogo el documental “Playing men”. La película de Matjaž Ivanišin ganó el Premio Vesna al mejor documental en el Festival de Cine Esloveno, el año de su estreno. El audiovisual busca explorar la relación que existe entre los deportes/juegos y los hombres. Una experiencia que dura apenas un poco más de una hora de duración. 

El viaje comienza con un torneo turco de lucha en aceite, donde dos hombres buscan demostrar su hombría reduciendo físicamente al contrincante. Un deporte auténticamente masculino, a pesar de su potencial homoerótico. Como si de un opuesto se tratara, pasamos a Novara, donde el deporte consiste en lanzar una horma de queso cuesta abajo. Generando un efecto extremadamente lúdico y divertido y que además cuenta con sus propias anécdotas épicas.  

Una sinopsis que podría resultar errónea si el espectador solo ve la segunda mitad de la película. Ya que la misma se ve dividida en dos, como si fuera un interludio, a causa de una crisis creativa del director. Información que le es brindada al espectador, por supuesto. Siendo el director un personaje que se repite en escenas más de una vez. Sobre todo en la última mitad.  

Entonces, en un inicio tenemos esta expedición en búsqueda de deportes autóctonos de la zona del mediterraneo, pasando por una especie de piedra papel a tijera, donde el objetivo es adivinar el número de dedos que sacaran en total los contrincantes. O un arcaico predecesor del lanzamiento de bala, el lanzamiento de rocas sobre el hombro.

La utilización de la sinceridad como recurso narrativo. Algo no muy común en el mundo del cine. Combinado a su vez con varias bellas tomas en filmico 16mm, le brindan al audiovisual un aspecto único y particular. Dejando todo libre para explorar en qué medida impactan los juegos en los hombres. Y aún más en las masas. Mostrando una Croacia enardecida cuando un tenista gana un ATP. A niveles que solo se podrían lograr aquí mediante la coronación en un torneo internacional de fútbol. 

“Playing men” de Matjaž Ivanišin es lúdica, juega (valga la redundancia) con todos los significados, significantes y ámbitos que implica la palabra. Desde la competencia deportiva, a el baile o el mero pasatiempo. Mostrándolo todo de manera atrapante, inclusive los juegos más simples. Generando una investigación y exploración, que en estos momentos de juegos olímpicos toma aún más fuerza.

Calificación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música

“Playing men” de Matjaž Ivanišin es lúdica, juega (valga la redundancia) con todos los significados, significantes y ámbitos que implica la palabra. Desde la competencia deportiva, a el baile o el mero pasatiempo. Mostrándolo todo de manera atrapante, inclusive los juegos más simples. Generando una investigación y exploración, que en estos momentos de juegos olímpicos toma aún más fuerza.

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Francisco Mendes Moas

Estudio, hago y escribo sobre cine. Mi relación con el séptimo arte siempre peligra con convertirse en una peligrosa adicción.

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