“Piedra noche” Una fantasía dolorosa de Iván Fund. Crítica.

Bruno y Greta son los papás de Denis un niño al cual le atraían los videojuegos y los moustros. Una noche el pequeño escapa de su casa mientras sus padres duermen y corre hacia el mar en búsqueda de una criatura extraña que habitaba en una plataforma petrolera, según rumoreaban los lugareños. Intrigado por la leyenda el niño huye y jamás regresa. Después de un año la pareja, que aún transita el duelo por la perdida de su hijo, regresa al balneario con el fin de poner en venta la vivienda, aunque la mudanza se ve interrumpida por extrañas apariciones de una criatura fantástica. 

Uno de los pensadores más importantes del siglo XIX, Friedrich Nietzsche, habló alguna vez del eterno retorno y la mera noción de la reencarnación individual haciendo referencia a la existencia de una esencia, en el ser humano, que vuelve una y otra vez a la vida luego de morir por medio de la reencarnación. En este film Iván Fund, mediante el guión de Santiago Loza, extrae recursos y elementos de la fantasía para abordar el dolor del duelo y la necesidad que, ante la perdida de un ser querido, se siente por aferrarse a algo que tenga la esencia de aquella persona que ya no esta en este mundo físico. Por supuesto que el dolor persiste pero poder darle un cierre, aunque sea irreal, ayuda.

“Piedra de noche” muestra, desde su comienzo, a padres muy presentes en la crianza de su hijo brindándole tiempo de juego, risas y charlas. Una tarde Bruno encuentra a Denis, jugando con su consola portátil y mientras lo observa le demuestra interés en tratar de entender su mundo tecnológico, es así que el pequeño mientras jugaba le explicó que creó y tomó el rol de un Kaïju una criatura de la mitología japonesa y que para crear el ambiente del juego se había inspirado en el bosque que se encontraba cerca de la casa, donde solían acampar. Esa misma noche Denis desaparece en la playa sin dejar rastro. 

No es un film donde el dialogo lo explique todo, de hecho son contadas con los dedos de las manos las veces que los personajes mantienen un dialogo fluido entre ellos, es así que el director desde el primer cuadro construye un entorno que ubica cuidadosamente al espectador en la historia. En ningún momento se dice que Denis era un niño apasionado por los monstruos, gigantescos, por ejemplo, pero en su habitación se puede observar posters y juguetes de Godzilla por doquier. Desde que comienza la película los planos secuenciales largos dejan ver una locación solitaria, una plataforma gigantesca en la costa y la presencia del mar que se mantiene hasta cuando no se lo muestra, porque se lo puede oír de fondo.

Una película sencilla pero completa, con un buen elenco conformado por Maricel Álvarez, Mara Bestelli, Marcelo Subiotto, Alfredo Castro y Jeremías Kuharo, en el papel de Denis. Rica en planos secuenciales con tonos grises, en flashback, con una banda sonora que acompaña al misterio latente y por sobretodo un film que a pesar de ser fantasioso no deja de ser emotivo ya que abraza en todo momento al sentimiento humano y logra que el espectador empatice con los protagonistas.

El director Argentino, Iván Fund, con su proyecto ganó el Premio de la Industria de San Sebastián y actualmente lo presenta en el 36º Festival internacional de cine de Mar del Plata donde se lo puede ver de manera online hasta el Sábado 27.