Con todos los protocolos habidos y bajo rigurosas normas de seguridad para el actor y la actriz protagónicos del film, más el set reducido, se llevó a cabo el rodaje en Estados Unidos de una de las primeras producciones filmadas con la presencia física de ambos intérpretes.
La realización cuenta la historia de un director de cine, Malcolm (John David Washington), que regresa a su casa luego de presentar ante el público su ópera prima junto a su pareja, Marie (Zendaya), musa inspiradora de su cinta, y también actriz, pero que no participó en el film.
La llegada a la vivienda del binomio será la punta del iceberg donde se desata la tormenta perfecta ante la primera recriminación de no haberla nombrado Malcolm a su mujer en el discurso de agradecimiento en la presentación de su película, y el hecho marcará una catarata de agravios y recriminaciones entre ambos.
La película fue filmada en blanco y negro, apoyándose en las dos potentes y creíbles actuaciones de los protagonistas, pero tiene las características de una obra teatral, más que un film.
¿En qué momento todo el amor que se tuvo por la pareja llegó a convertirse en odio y se es capaz de destruir al otro sin medir el daño que se hace? Es el planteo de Malcolm y Marie, que podemos ver, si se quiere hacer una analogía con la obra teatral, también llevada a la pantalla grande de “¿Quién le teme a Virginia Woolf?.
Un film que vale la pena ver con sus cuarenta y seis minutos para disfrutar de dos actuaciones extraordinarias bajo la dirección de Sam Levinson.
Calificación
Dirección
Guión
Actuación
Arte
Sonido
Por que sí: Por el trabajo actoral de Zendaya y de John David Washington.