Aunque su autor Henrik Johan Ibsen negó que su obra fuera feminista, fue considerada por muchos críticos como la primera obra feminista.
Nora (Paola Krum) regresa luego de dejar a su esposo y a sus tres hijos. Vuelve a entrar por la puerta principal que traspasó hace 15 años. Se encuentra con la nana (Julia Calvo) quien la cuidó de pequeña y la recibe sorprendida, con los brazos abiertos creyendo que volvía a ser todo como antes.
15 años pasaron pero no vuelve por nostalgia, si no, porque se entera que sigue casada con Helmer(Jorge Suárez) por lo que intentará convencer a su hija (Laura Grandinetti) para que la ayude. Ella quiere el divorcio que no puede pedir ya que transcurre el siglo XIX y las leyes no son cálidas con las mujeres.
Espectacular obra y dirección de Javier Daulte, actuación de primera, divertida y emocional, una gran puesta en tiempos donde faltan propuestas creativas.
Al contrario del pensamiento popular que envuelve a la obra, en opinión personal, dista de ser una obra feminista y de empoderamiento femenino, ya que Nora abandona a sus 3 hijos a su suerte por su propio beneficio, acto en el cual si un hombre fuese el que lo cometiese, sería un padre abandonico y no un hombre empoderado.