Hay algo que tenemos la obligación de resaltar, de entrada, a Ernesto Aguilar y es que no para de grabar nunca. Está en un frenesí productivo envidiable. Presentó su última película, “Apostando con el diablo”, en la Competencia Argentina del 25° Buenos Aires Rojo Sangre. BARS para los amigos.
Podríamos decir que Dori tiene algunos problemitas con el juego. Si, jugar un numerito por dia a la quiniela no es sano. No llega a fin de mes con la jubilación, mucho menos a pagarle a su acompañante Claudia, la chica que limpia la casa. Sin embargo, un día descubre que mediante la necromancia, puede hacer que los muertos le digan qué número va a salir a la cabeza. No da la casualidad que justo se muere la vecina que le caía un poco mal.
El elenco conformado por Virginia Lombardo, Belén Gutiérrez, Emiliano Díaz y Mónica Divella, quien muere rápidamente, consigue entablar un código muy interesante. Todo en la película está un poquito arriba del tono cotidiano. Lo que hace que situaciones de lo más banales sean hilarantes, ya que las respuestas son inesperadamente diferentes.
“Apostando con el diablo” de Ernesto Aguilar es divertidísima. Cuando se entra en código, las carcajadas no paran de llegar. Lo único, es que la realidad fue más rápida que el audiovisual, o no. Y lo que era una sátira de una vieja facha, ahora parece la imagen de una señora que votó al gobierno actual complacida.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
“Apostando con el diablo” de Ernesto Aguilar es divertidísima. Cuando se entra en código, las carcajadas no paran de llegar. Lo único, es que la realidad fue más rápida que el audiovisual, o no. Y lo que era una sátira de una vieja facha, ahora parece la imagen de una señora que votó al gobierno actual complacida.
