#Vivo (#Saradita) o también conocida como #Alive es un film surcoreano dirigido por Cho Il-hyung la cual hizo furor en taquilla en su tierra natal y también está dando que hablar ya que el 8 de septiembre pasado llegó a la plataforma de la gran N roja. Esta película se basa en la original Americana Alone(2019) de Matt Naylor y el producto resulta una gran oda a varias otras películas de catástrofe zombie, y si bien tiene elementos interesante por momentos, quizas necesitaria agregar el término “parodia” o “comedia” a su clasificación original de drama y terror. Porque es una película entretenida, pero no por las mejores razones.
El protagonistas es un joven gamer/youtuber llamado Joon-woo el cual se despierta un fatídico día en su sedentaria rutina para darse cuenta que la ciudad entera en la que vive esta infestada de zombies por culpa de un repentino y contagioso virus de rabia, que rápidamente se extiende por el complejo de departamentos en donde vive y su meta desde ahí es sobrevivir el mayor tiempo posible. Porque ese fue el último mensaje de su padre antes de perder conexión.
La película en sí tiene un buen ritmo que la aleja del a monotonía de un género tan desgastado como lo es el de pandemia zombie, un encuadre de crudeza quirúrgica no hubiera logrado que resalte como lo hace, sin embargo también se toma demasiadas libertades en el manejo de sus climas. Los orientales tienen un peculiar sentido de expresión del terror por lo cual el film presenta fuertes contrastes con las costumbres occidentales que pueden lograr captar la atención en primer momento, pero rápidamente esta atención se diluye por varios factores.
Los elementos para un pasaje orgánico están ahí, pero la dirección rompe una y otra vez la inmersión del drama con los momentos de baja tensión casi cómicos e infantiloides propios de la cultura coreana, más visible en las interacciones del protagonista Joon-woo con su entorno. Cabe destacar también que el largometraje está cargado de publicidad explícita que bombardea la pantalla con grandes marcas de comida, hasta tecnología pasando por ropa de boutique, lo cual adorando con la chiclosa ambientación que crea la música K-Pop termina distanciando al espectador respecto del tema central.
Probablemente lo mejor de #vivo es el haber logrado casualmente salir en un contexto en el que el mundo atraviesa una verdadera pandemia mundial, por motivo en que cada espectador ahora conoce de memoria terminos como “pandemia”, “asintomático”, y “contagio” y resulta mucho más fácil empatizar con la alienación del encierro del protagonistas en los pocos pero creíbles momentos serios de crisis. Sacando ese factor externo, la película está plagada de recursos baratos, ángulos que pretenden ser sutiles pero resultan aún más chabacanos, conveniencias extremas de guión, y cambios de ritmo que la alejan muchísimo de obras mejor logradas y que intenta imitar como la mítica “Soy leyenda” de Will Smith.
Actuación
Arte
Fotografía
Guion
Música
Contaba con los elementos, pero la dirección y sobrecarga de distracciones rompe totalmente la inmersión sumado a la baja producción en momentos clave. Aun así logra entretener la mayor parte del tiempo siendo una experiencia no del todo desagradable.