“Vistiendo Sombras”. Crítica.

Soledad y locura.

Luego de una exitosa temporada durante el año pasado, el unipersonal “Vistiendo Sombras” escrito y dirigido por Gustavo Andrés Rocco y protagonizado por Lucas Foresi volvió al escenario del Teatro Border (Godoy Cruz 1838). La pieza, que se sumerge en la mente de un hombre solitario y con ciertos trastornos, se presenta en diferentes días y horarios en dicha sala teatral.

Lucas Foresi se pone en la piel de un hombre que lidia con sus demonios internos y con un presente que cada vez lo aleja más de la realidad. Su vida está relegada a la oscuridad de su departamento, allí se refugia de un exterior que lo dañó y del que ahora odia. Los momentos de soledad hicieron que su mente se convierta en su propio enemigo y que la muerte ronde su ser permanentemente.

Una puesta completamente minimalista, en donde el protagonista se vale de pocos elementos y cambios de luces, hace que todo el peso dramático recaiga en la interpretación de Foresi, quien pone en escena toda su trayectoria teatral, jugando con las diferentes personalidades que se presentan en la mente del personaje.

El tamaño de la sala y la distribución de las sillas cercanas a donde se desarrolla la historia también surten efecto en la recepción por parte del público, logrando despertar diferentes sensaciones que van desde la empatía hasta la incomodidad.

“Vistiendo Sombras” es una de esas obras cuyo texto es complejo y que necesita de una conexión del espectador para poder comprender y sentir lo que esas palabras quieren plasmar y quien lo hace descubre un historia extrema y profunda.  

Calificación

Dirección
Texto
Actuación
Escenografía
Iluminación

“Vistiendo Sombras” es una de esas obras cuyo texto es complejo y que necesita de una conexión del espectador para poder comprender y sentir lo que esas palabras quieren plasmar

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