Todo el mundo mantiene una relación particular con el tiempo, con el que dispone, cómo lo usa y qué tanto lo valora. Pero existe algo universal, que el film deja claro desde su minuto cero. El tiempo es un recurso no renovable, su paso es irreversible, por ende, nada dura para siempre. La relación que cada individuo establezca con este es singular, de ellos depende apreciarlo y valorarlo.
“Tempus Fugit” es una película que sigue las reflexiones y cavilaciones de Camilo. Un joven que tiene una enfermedad muscular y motriz que se está introduciendo a la vida adulta. La particularidad de este film se presenta cuando el relato comienza a saltar en el tiempo, ya que utiliza un registro fílmico de 16 años totales. Es de acuerdo a las reflexiones del protagonista, que el espectador va hacia atrás o adelante. Y aunque en el papel suene genial, en la ejecución no termina de cerrar.
En la historia hay dos grandes protagonistas. Por un lado está Camilo, y por el otro, sus reflexiones. Es verdad que a medida que se desarrolla la narrativa, van apareciendo más personajes como el padre, la hermana o su gran amigo Luis. Sin embargo, da la impresión de que su participación, en varias ocasiones, es casi un recurso para que los pensamientos de Camilo tengan un lugar en la pantalla.
Camilo, entonces, queda retratado como una persona sumamente inteligente, con una línea de pensamiento y una idiosincrasia sobre la vida bien instalada y por sobre todo bien fundamentada. Desde los registros más antiguos, cuando solo era un niño, se lo veía muy capaz, jugador de ajedrez y con una cabeza muy ágil. No obstante, el montaje y la dificultad que se presenta para entender la razón de los saltos, puede llegar a frustrar y alejar de la experiencia a los espectadores.
La película, escrita y dirigida por Luciana Terribili, está producida por ella misma, Florencia Franco y Liv Zaretzky, en colaboración con Azhar Media y el apoyo de Canal Sur RTVA. A lo largo de sus 92 minutos totales, veremos una fotografía cuidad, con muchos planos alusivos y mucho registro fílmico, también responsabilidad de la directora.
En resumen. “Tempus Fugit” es una obra experimental, con reflexiones muy profundas sobre la vida y el tiempo, y que sorprende al espectador con el material y las grabaciones con las que está hecha. Las tomas originales y las reflexiones de su protagonista, del mismo modo, se presentan de una manera muy acertada. Empero, hay algo en el montaje y en los saltos temporales que el film da, que no permite la completa inmersión de quien lo ve.