Nunca un documental de Lorena Muñoz es uno más, sea cuál sea el tema en cuestión. La realizadora (“Yo no sé qué me han hecho tus ojos” 2003, “Los próximos pasados” 2006, “María Soledad: El fin del silencio” 2024) consigue siempre con su estilo, sus formas y mediante una puesta en escena magnética atrapar al espectador desde el inicio de la historia y hasta su final.
En “Suerte de pinos”, la directora se sumerge en una profunda investigación sobre un episodio trágico, que atraviesa su genealogía: el asesinato de su bisabuela Antonia y su hija Aurora ocurrido en 1954, en la plaza de Salduero, un pueblo de la provincia de Soria en España.
En este sentido, el film que se estrena el próximo jueves 11 de septiembre en cines, tiene a Muñoz detrás y delante de cámara mientras narra su viaje al pueblo en cuestión, adonde irá en búsqueda de la información necesaria para terminar de reconstruir los hechos de una horrorosa historia que aquel pueblo ha decidido enterrar para siempre.
Evitando el típico documental con entrevistas a cámara e imágenes de archivo, la cineasta pone el cuerpo construyendo el relato desde un formato participativo, involucrándose y volviéndose parte activa del mismo. Como una especie de detective implacable que no descansa hasta encontrar lo que busca, a pesar de todas las complicaciones que surgen a la hora de buscar testigos. Algunos que ya muy ancianos no recuerdan los hechos y otros que han decidido callar, como es el caso del alcalde del lugar, entre tantos otros.
Un documental, íntimo y personal, con un montón de preguntas incómodas que necesitan respuestas y frente a un silencio que se impone entre varias generaciones. Pero que también explora aquellos años de franquismo y un machismo arraigado en el pueblo, desde aquellos años y que parece continuar hasta estos días.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Nunca un documental de Lorena Muñoz es uno más, sea cuál sea el tema en cuestión. La realizadora (“Yo no sé qué me han hecho tus ojos” 2003, "Los próximos pasados" 2006, "María Soledad: El fin del silencio" 2024) consigue siempre con su estilo, sus formas y mediante una puesta en escena magnética atrapar al espectador desde el inicio de la historia y hasta su final.