“SINFON14” de Raúl Perrone. Crítica.

Un clásico del Festival internacional de cine de Mar del Plata.

El festival internacional de cine de Mar del Plata siempre conlleva aparejado algunos clásicos e infaltables. Un paseo por la rambla, ver un poco el mar y sufrir del viento costero. También se puede contar con la presencia de algunos nombres, que casi son sinónimos del festival: Campusano, Loreti, Hong Sang Soo. Y el infaltable de esta 37° edicion, Raul Perrone. 

Su última película “SINFON14”, se estrena hoy jueves 10 de noviembre a las 19:30 hs en la sala Cinema 2 del shopping Los Gallegos. Repitiendo el viernes 11 a las 16:50 hs en la sala Alfrey 2 del paseo Aldrey y el sábado 12 a las 16:50 hs en misma sala.

Unos aristócratas europeos toman un carruaje hasta un lugar desconocido. Habitan el terreno, lo exploran, lo cojen. Lo lisérgico y lo libidinoso se acuestan juntos en un orgia audiovisual. Al mismo tiempo que un ser enmascarado los acecha entre las sombras. Aun con la muerte en los talones, nadie se verá privado del disfrute. 

La obra recuerda por momentos a la filmografía de Albert Serra, sobre todo a “Liberté”. Las pelucas, la época en que se ambientan y el libertinaje como hilos conductores. Sin embargo las diferencias abundan aun mas. Perrone no busca emular la realidad como lo hace Serra. Nos invita a un viaje sinuoso y honoríco/pesadillesco.

Requiriendo del espectador un pacto narrativo similar a una obra de teatro. Quien observa termina de completar la escenografía, cuya plasticidad empuja la imaginación. La cámara va y viene de un personaje a otro, mientras las imágenes se superponen mediante el montaje. Estas, al igual que los personajes cuando cojen, se juntan para formar algo superior a la simple unión de las partes. 

Con un tercer acto, o epílogo como anuncia la placa, de lo más interesante. Donde la trama se interrumpe y presenciamos una charla mano a mano del director y el actor. “SINFON14” de Raúl Perrone es una experiencia lisérgica que hay que vivir en una sala de cine, con la pantalla más grande que se pueda. 

Calificación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación

Con un tercer acto, o epílogo como anuncia la placa, de lo más interesante. Donde la trama se interrumpe y presenciamos una charla mano a mano del director y el actor. “SINFON14” de Raúl Perrone es una experiencia lisérgica que hay que vivir en una sala de cine, con la pantalla más grande que se pueda. 

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Francisco Mendes Moas

Estudio, hago y escribo sobre cine. Mi relación con el séptimo arte siempre peligra con convertirse en una peligrosa adicción.

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