“Petit Hotel Chernobyl”. Crítica.

Los viernes a las 21.30hs. en Ítaca Complejo Teatral se presenta “Petit Hotel Chernobyl” una comedia negra que desde el año pasado viene cosechando un gran éxito de público y crítica y que está a punto de finalizar su segunda temporada. La obra dirigida por Nicolás Manasseri (“El Funeral de los Objetos”) cuenta con dramaturgia de Andrés Binetti y está protagonizado por un cuarteto de actrices que entregan cuerpo y alma a este maravilloso proyecto: Silvia Villazur, Jowy Sztryk, Alejandra Oteiza y Martina Zapico. Una pieza imperdible.

Cuatro mujeres con pasados que no pueden superar viven juntas en una habitación humilde: una ex maestra de primaria con serios problemas de interacción con los niños, una joven amante del tenis que jamás pudo concretar su sueño de ser profesional y que busca alternativas para retirarse, su entrenadora que con ningún conocimiento busca a través de ella triunfar y una chica misteriosa que siempre viste de camisón y prácticamente no sale de la cama. Todas ellas conviven en este reducido espacio en donde la vida pareciera estar detenida.

Tal como reza su título Chernobyl es sinónimo del accidente nuclear que dejo a miles de personas con efectos colaterales debido a la radiación, pero aquí la toxicidad está plasmada en un mundo que dejó a estas mujeres con traumas y heridas que marcaron sus vidas y que no pueden dejar atrás. Esa pequeña habitación, que bien puede estar en cualquier lugar y representar muchos espacios conocidos, se convierte en el lugar seguro que les permite refugiarse del afuera que las atormenta.

Si bien todo lo descripto anteriormente indicaría que se trata de un drama, en realidad “Petit Hotel Chernobyl” es una pieza que maneja el humor de forma asombrosa. La puesta en escena se asemeja a un partido de tenis, en donde cada set presenta algo diferente y como en todo encuentro no se sabe que sucederá. Esta incertidumbre vuelve a la obra muy atrapante ya que el factor sorpresa está siempre latente.

El corazón de esta propuesta teatral está en las cuatro actrices protagonistas, cada una de ellas brinda un trabajo formidable plagado de matices y con un gran manejo corporal. Actuaciones soberbias que acentúan el tono cómico del texto gracias a las personalidades que crearon para sus personajes. Quien vea la obra difícilmente podría imaginar a otras actrices encarnando a estas mujeres.

¿Quiénes son estas personas? ¿Dónde está esa habitación? Cada espectador saldrá de la sala con su propia hipótesis y, sin dudas, eso es parte de la magia de “Petit Hotel Chernobyl”. Solo queda una función para disfrutar de esta divertida y original propuesta, una última oportunidad que nadie debería desaprovechar, el próximo viernes 23 de septiembre. Imperdible.