“No va más” de Rafael Filippelli. Crítica.

Confesiones íntimas de un director de cine.

Estreno en la Sala Leopoldo Lugones.

Siete únicas funciones.

El Ministerio de Cultura, a través del Complejo Teatral de Buenos Aires, y la Fundación Cinemateca Argentina, albergarán en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530), a partir del jueves 17 de febrero, el estreno de “No va más”, el más reciente largometraje del realizador argentino Rafael Filippelli. La cual tuvo su premiere mundial en la última edición del Bafici, como título de clausura.

Encerrado en su departamento y con la única compañía de un gato, el director de “Música nocturna” y “El Ausente” devela sus ritos cotidianos. Se prepara un trago, escucha música y lee algunos de sus libros de una amplia biblioteca.

De esta manera, una cámara lo acompaña por las distintas habitaciones, infiltrándose en la privacidad del realizador, transformando así al espectador en un privilegiado confidente.

Una situación particular, que merece un párrafo aparte se desarrolla en el instante en el que la elección del vestuario se convierte en un símbolo, con una fuerte impronta de pertenencia a su generación: los rituales de la elegancia y los conceptos de la masculinidad de otra época.

Por consiguiente, valiéndose de  herramientas del lenguaje documental, se promueve la fidelidad del relato testimonial. Dentro de un escenario intimista, que se alberga bajo una iluminación tenue y sonidos ambientales en fuera de campo, que proyectan un paisaje, que contextualiza tímidamente el territorio que habita Rafael.

El protagonista y a la vez autor del film reflexiona sobre el inexorable paso del tiempo, para constituir un análisis autorreferencial, entre fotos viejas y recuerdos, piensa en momentos de su infancia relacionados con sus padres y amigos del barrio.

Filippelli se expone y construye un manifiesto en donde expresa de manera sintética su visión sobre el cine, la literatura y la música. Asume el debilitamiento de su memoria y considera el asedio de un tiempo en curso, que se torna cada vez más lento durante la vejez.

En consecuencia, el director edifica un personaje a modo de alter ego, para permitirse compartir una mirada personal, que va desde el arte y sus transformaciones, hasta sus propias experiencias de vida.

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Actuación

Un introspectivo autorretrato acerca del paso del tiempo y la vejez. Por Rafael Filippelli.

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