“Muerte en el Nilo” de Kenneth Branagh. Crítica.

Al igual que sucede con los trucos de magia, lo fascinante no es lo que sucede al final, sino tratar de descubrir cómo lo hizo. El género de películas de detectives, donde se intenta descubrir al asesino (¿Quien lo hizo?), jamás pasa de moda. Kenneth Branagh lo sabe muy bien y por esto realizo la secuela de su película “Asesinato en el Oriente Express” del 2017. “Muerte en el Nilo” es su segunda adaptación de un libro de Agatha Christie y ya se puede ver en todos los cines del país. 

Cabe resaltar al enorme elenco que integra la película, entre ellos el director que hace a su vez del icónico detective Hercule Poirot. Además lo acompañan: Gal Gadot, Letitia Wright, Armie Hammer, Annette Bening, Ali Fazal, Sophie Okonedo, Tom Bateman, Emma Mackey, Dawn French, Rose Leslie, Jennifer Saunders, Russell Brand, Nikkita Chadha.

Pareciera que el detective belga Hércules Poirot no puede pasar en paz ni siquiera sus vacaciones. Mientras viaja en un barco a vapor rumbo a Egipto, debe resolver un misterioso asesinato. Al tiempo que la hermosa luna de miel de una pareja perfecta se ve trágicamente interrumpida. Todos son sospechosos, pero sólo Hércules Poirot podrá descubrir al culpable de la muerte en el Nilo. 

Difícil sería no caer en la comparación con su versión de 1978, pero esta nueva edición posee la intriga y los giros argumentales suficientes como para mantener al espectador atrapado. Como si jugar al conocido juego de mesa Clue se tratara, mientras miramos la pantalla, mentalmente tachamos nombres y motivos con la ilusión de adelantarnos al desenlace. 

Kenneth Branagh repite lo logrado en 2017. Adaptar con éxito a la exitosa Agatha Christie al tiempo que despista al espectador y lo mantiene cautivo mediante la expectativa. Una bella fotografía acompaña a la intrigante trama, junto a las aceptables actuaciones del elenco de múltiples grandes nombres. Entretenida, para los amantes del misterio y aún más para los detectives.