Mariana Russo es una de las directoras de “La larga vida de los recuerdos“, una película que habla de los duelos y las ausencias. La realizadora nos confiesa de qué manera esta película la ayudó a resignificar la pérdida de un ser querido, encontrando la respuesta a cómo continúa la vida, cómo se sigue disfrutando de ella.
-Mariana, ¿qué se siente haber estrenado estas cuatro historias diferentes?
-En realidad es una historia coral que trata sobre las ausencias y los duelos, teniendo la oportunidad de acompañar a los personajes en esa etapa tan particular y única que se representa en cada una de esas historias. Así que estoy muy contenta de haber llegado hasta acá.
-¿Cuál fue la punta de lanza de las historias que dieron origen a esta producción coral?
-Siempre supimos que la película iba a ser coral. En mí hay algo de las historias corales que me gusta, y es esto de no saber a quién tenemos al lado y tampoco saber por lo que está pasando y tal vez compartimos cosas cotidianas. Entonces, ese fue uno de los puntos de partida; el otro fue el tema de la muerte. En el momento que estamos escribiendo la película junto a Gustavo Cabaña, el guionista, fallece mi papá y también muere su mamá en el lapso de pocos meses, entonces fue una forma de ver cómo atravesamos esto, cómo se sigue viviendo, cómo se sigue disfrutando la vida. La pulsión de vida está muy presente en el film, y junto con el codirector, Alberto Masliah, es algo que pusimos en funcionamiento de la narración. Él perdió a su papá también hace poquito, así que todos atravesábamos momentos fuertes de nuestras vidas y fue un poco comenzar a trabajarlo entre los tres.
Todos atravesábamos momentos fuertes de nuestras vidas y fue un poco comenzar a trabajarlo entre los tres”.
-¿Cómo es dirigir a cuatro manos entre dos personas?
-Fue maravilloso. Yo a Alberto ya lo conocía, porque fui directora de fotografía de la mayoría de sus películas; entonces el desafío era ver cómo nos dividíamos los roles. Yo consideraba que lo más fácil era que él dirija actores y yo cámaras, porque era nuestro lugar común, y finalmente decidimos hacer todo al revés. Fue directamente el punto de partida, pero también tuvimos la suerte de trabajar con gente que ya nos conocía, así que somos familia trabajando, ya nos conocemos mucho. Entonces, todo fue más fácil en ese sentido porque teníamos un código común de trabajo. Alberto es muy organizativo, es esquemático y a mí me gusta mucho la improvisación, el trabajo en equipo comunitario, entonces complementamos esas dos ideas: llegábamos al set, él organizaba a los actores, planteábamos qué íbamos a hacer y después yo trabajaba más lo particular, la improvisación, la dramaturgia, así que tuvimos un buen complemento de trabajo.
Somos familia trabajando, ya nos conocemos mucho. Entonces, todo fue más fácil en ese sentido porque teníamos un código común de trabajo”.
-Tenes un equipo de actores maravillosos, que están en protagónicos pero que no son caras masivas. ¿Cómo fue el casting de la película?
-Nos ayudó María Lía Bagnoli, que es directora de casting y trabajó en la peli. Algunos días yo dirigí el casting, aunque ella lo manejó en la mayoría del tiempo, pero la selección de los actores fue muy intuitiva: hicimos ensayos de dupla de trabajo a ver cómo funcionaban, y claramente funcionaron muy bien porque no tuvimos la necesidad de modificarlas; de hecho en los ensayos se empezó a amasar la película. Ricardo Merkin me decía: “yo entré a tu película por un casting” Y sí, como todos los demás (risas). Trabajar con ellos fue maravilloso.-Tenes muchos actores que vienen del palo teatral
-Sí, claro. Ricardo Merkin, Agustín Vásquez Corvalán, Victoria Raposso, Ariadna Asturzzi, Estela Garelli, Livia Fernán, Santiago Magariños, Julia Amore, Daniel Lambertini y muchos otros. Todos son hermosos, fue un viaje precioso entrar en la dramaturgia con ellos, trabajar juntos las escenas. Me entregaron sus historias porque lo que tiene de particular esta película, es que al hablar de los duelos, hablamos de situaciones humanas. Entonces, ellos también me contaron qué era lo que los movilizaba con este film. Hubo mucha entrega, mucho compromiso, realmente fue un lujo trabajar con todos ellos.
Los actores me entregaron sus historias porque lo que tiene de particular esta película, es que al hablar de los duelos, hablamos de situaciones humanas”.
-¡Qué bueno! y qué bueno que la película haya sido, de alguna manera, catártica tanto para vos como para Alberto y Gustavo.
-Es que el arte de la vida no se puede separar. Nosotros hacemos proyectos y en el medio nos pasan cosas y hacemos la película con familia cinematográfica. Te vas haciendo amigos, pasan cosas.
-¿En qué salas se presenta la película?
-Del 15 al 21 de junio se presenta en el Cine Gaumont (12.50, 16.10 y 20.15); después se va a ver en el Centro Cultural Florencio Constantino (Bragado) del jueves 12 al lunes 19 de junio a las 21 horas; en Chacabuco la podrán ver en el Cine Teatro Italiano (Chacabuco) los días jueves 15, lunes 19, miércoles 21 de junio a las 21 horas, y el martes 20 a las 18 horas. Por otro lado, en General Pico en el Cine y Teatro General Pico del sábado 17 al martes 20 de junio a las 19.30 horas. Así que la gente vaya al cine que es hermoso ver cine en el cine, un lujo.
Edición periodística: Andrea Reyes