“Los delincuentes” de Rodrigo Moreno. Crítica.

Se ha formado una pareja entre Mubi y Maco Cine. Y los frutos de este romance benefician a los espectadores. Ya que gracias a esto podemos ver películas como “Los delincuentes” en las salas de cine. El último trabajo de Rodrigo Moreno, formó parte del festival de Cannes y fue seleccionado para representar a nuestro país en los premios Oscar. Llega a las salas de cine este jueves 26 de octubre. 

Cuando alguien piensa en una vida de insufrible rutina, suele pensar en un trabajo de oficina o en un banco. Los protagonistas, bancarios ambos, sienten esta misma monotonía. Es entonces, cuando Morán ve la oportunidad de romper con esto robando una gran cantidad de dólares de su trabajo. Su cómplice Román solo tiene que guardar el motín mientras el otro cumple una breve condena en la cárcel.  

Podemos etiquetar al audiovisual dentro del género de atracos. Sin embargo, todo está condimentado con fuertes dosis de existencialismo. Por lo que el robo y el motín en cierto punto pasan a un segundo o tercer plano. Nos quedamos con las consecuencias que esto genera en los personajes, sin que estos hagan casi uso de lo robado. Todo se reduce a una promesa, a un sueño de ser libres dentro de 3 años y medio. Lo cual parece poco, pero en el cotidiano pueden suceder muchas cosas en dicha brecha temporal, amores, desamores o cambios de perspectiva de vida.

La película se encuentra dividida en dos partes. En los primeros cinco minutos de la primera mitad, se representa a la perfección el modo de vida porteño de la capital federal. Vivir en un departamento chico, rodeado de edificios y concreto, viajar en subte y desayunar apurado un café con leche, con dos medialunas. Encierro, amontonamiento de personas, concreto por doquier. Los protagonistas se encuentran en un ambiente gris que los aprisiona. 

Poco a poco la trama se muda a la provincia de Córdoba. Donde las pizzerías donde se come parado y los cines subterráneos son reemplazados por la sierra. Todo aquello que antes oprimía y encerraba ya no existe. Los espacios son amplios, llenos de vegetación, el subte ahora es un caballo o una moto destartalada y el trabajo ahora es grabar flores al aire libre en lugar de contar billetes en un banco. Ambos personajes descubren que el tiempo allí fluye de otra manera.

La historia de Morán y Román no es lineal y suele cruzarse. Conociendo a otros personajes como Morna, Ramon o Norma. De esta última se enamoraran ambos en diferentes momentos. Entonces de a ratos volvemos en el tiempo o visitamos a Morán en prisión. Si bien va en paralelo con la vida de Roán, todo parece ir más lento en la cárcel. 

Lo realizado por Daniel Elías y Esteban Bigliardi es magnífico. Demostrando, este último, como poco a poco va tomando protagonismo en la escena. “Los delincuentes” de Rodrigo Moreno arranca con un ritmo dinámico y atrapante. Sin embargo en un momento pone la pelota debajo del pie y nos invita a vivenciar eso otro de lo que en realidad quería hablar. Hace que el espectador se cuestione el concepto de libertad, que mucho lo han desdibujado en este último tiempo.