“Las noches son de los monstruos”, de Sebastián Perillo. Crítica

Caperucita y su loba se unen buscando revancha

En la semana del “8M”, hoy jueves 10 de marzo se estrena en cines “Las noches son de los monstruos” dirigida por Sebastián Perillo (Amateur, Botánica, Madraza) y con guion de Paula Marotta (Bongolongo, Pedigüeños, El niño feliz). El largometraje ya había sido presentado fuera de competencia en la edición N° 36 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

La historia comienza cuando Sol (Luciana Grasso), una adolescente que se encuentra en el último año de secundaria, se muda a un pueblo junto a su madre (Jazmín Stuart) para vivir con la nueva pareja, Gonzalo (Esteban Lamothe). El cambio de vida repentino para Sol significará estar lejos de su abuela con quien parece tener una relación bastante estrecha.
Sol comenzará a asistir a una nueva escuela donde en seguida tendrá que lidiar con el bullying de sus compañeras. En su nuevo hogar, la violencia doméstica no tardará en hacerse presente, por lo que Sol deberá lidiar con uno de los lobos que la acosa en las sombras, el novio de su mamá. Su madre parece no querer ver el infierno que está viviendo su hija. ¿A caso Sol permanecerá sola entre los monstruos de la noche y ante la adversidad?
Escapando del lobo y de los monstruos que la persiguen, Sol se dedicará a deambular y explorar las calles de su nuevo pueblo. Así, en un baldío, la protagonista se cruzará con una perra blanca que tiene una de sus patas lastimada y metida en una trampa metálica y afilada que es encuentra en el suelo. La trampa que retiene a la canina misteriosa, hará que Sol conecte y empatice con ella. Claramente ninguna de las dos es libre de quienes las persiguen e intentan asediarlas. Luego de que Sol salve a la perra, comenzará un vínculo indestructible entre ellas que, estando atravesado por el terror y la magia, se fundirá en una metáfora feminista que empoderará a Sol para liberarse de todo aquello que la subyuga.
En estos días en los que la lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres se hacen muy visibles en las calles, los medios y las redes sociales, para aquellas mujeres que nos hemos visto violentadas sexual y socialmente en la vida, la conexión de Sol y su “loba” ilustra sororidad y una auténtica fusión de fuerzas capaz de potenciarnos para levantarnos ante la opresión de género. Esta vuelta, pese a ese querer volver con su abuela que puede decirse que representa aquello que nos acobarda y nos echa para atrás, Caperucita se une a su loba, buscando revancha y volviéndose contra los lobos silenciosos e invisibles que siempre han estado ahí, acechando en las sombras de nuestra sociedad. Hasta las últimas consecuencias, Sol y su perra estarán una para la otra, apareciendo misteriosa y repentinamente siempre que alguna de las dos lo precise y se encuentre en apuros.

El empoderamiento feminista que Perello y Marotta buscan retratar en imágenes se constituye en un filme dramático pero al mismo tiempo repleto de tensión, misterio y mágia que resulta en un relato de terror oscuro con un endeble dejo al género coming-of-age. Muchas de las escenas transcurren en la noche y entre las sombras, por lo que el largometraje maneja una estética donde predomina la oscuridad con algunos tonos tenues aunque dentro de la gama de los colores cálidos. Las escenas diurnas tampoco se destacan por su brillo predominando los tonos pálidos y con un indefinido filtro verdoso y apagado. La música, tipica de las películas del género de terror, completan la atmósfera gélida y al mismo tiempo tensa que mantiene todo el filme hasta el final.

Si bien predominan los villanos y las villanas en la cinta, verdaderos/as monstruos de la noche como por ejemplo el policía Morazzo (Gustavo Garzón), en su camino por su liberación, Sol y su perra también encontrarán aliados/as como Miguel (Agustín Daulte), con quien pese a tener una rebuscada amistad, estará allí para apoyarlas en los momentos de mayor tensión. Entre quienes apoyan a Sol y su misteriosa perra, su madre representa una figura extrañamente dubitativa que tardará en decidirse a ver y a afrontar lo que ciertamente está pasando en realidad.

Sin dudas, Sol y su perra ilustran algunas de las situaciones que muchas de las Caperucitas de nuestro país experiencian constantemente en la cotidianeidad recordándonos que no estamos realmente a salvo y que muchas veces vivimos en contextos de vulnerabilidad. En esta semana del “8M” en la que las mujeres y disidencias hemos salido a las calles a repudiar una vez más el pacto patriarcal de nuestra sociedad, “Las noches son de los monstruos” de Sebastián Perillo y de Paula Marotta resulta una cinta totalmente oportuna, haciéndonos visibilizar, esta vez desde el arte audiovisual, la violencia de género arraigada en lo profundo en nuestra sociedad que vivimos día a día tanto en las calles como la ejercida silenciosamente por los lobos que se esconden en las rincones del propio hogar…

FICHA TÉCNICA

Dirección: Sebastián Perillo – Guion: Paula Marotta – Fotografía: Christian Cottet – Música: Darío Ramos Maldonado – Productora: Rispo Films, Tieless Media Reparto: Luciana Grasso, Jazmín Stuart, Esteban Lamothe, Gustavo Garzón y Agustín Daulte – Duración: 96 minutos.

Calificación

Dirección
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Guion

En general, el filme logra hacer reflexionar al espectador y la espectadora al mismo tiempo que se mantiene la tensión hasta el final.

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