“Julia no te cases” de Pablo Levy. Crítica.

Integrando la competencia argentina del BAFICI encontramos el último documental de Pablo Levy. “Julia no te cases” retoma su pasado familiar y reivindica la imagen de su madre Julia. Demostrándonos que nadie nace sabiendo cómo vivir la vida y que tanto aciertos como errores son parte de la misma. Aún queda una función gratuita con reserva el lunes 25 de abril 21.30 hs en el Centro Cultural 25 de Mayo (Av Triunvirato 4444).

Comienza con audios de conversaciones con Julia, grabadas sin consentimiento. Sumado a material de archivo familiar, fotos, algún video estropeado. Se devela la historia de una mujer seteada desde chica para ser esposa y madre, quien se casó sin mucha seguridad. Pero que jamás se cansó de buscar su felicidad, cueste lo que cueste.  

Lo que a priori pareciera una película más sobre la familia basada en material de archivo, esconde bajo su aparente simpleza varias capas de buenas ideas. De manera dinámica, el realizador le abre las puertas de su familia a todo un mundo de espectadores que se encuentran ajenos a toda la situación. Pero la mayor virtud, se encuentra en una jugada arriesgada por parte del director. Expone al actor social protagonista de la película, a un primer corte de la misma. Donde este se ve obligado a hacerse cargo de todo lo que dice a lo largo de casi una hora.

Con un ritmo propio, mediada por varios espacios en negro donde solo se escucha el relato de su madre, Pablo Levy consigue una película atrapante. Volver algo que pareciera cotidiano, en algo extraordinario y sorprendente, la magia del buen cine. “Julia no te cases”, emociona hasta el centro de los huesos, dejando un mensaje muy esperanzador. Por más que el camino sea difícil, la búsqueda de la felicidad siempre da sus frutos.