Los clasicos siempre serán clasicos, esta vez incomprendida y más “sobrenatural” que nunca. El demonio de los maizales vuelve a la pantalla grande, esta vez una apuesta del director Timo Vuorensola y el guion a cargo de Sean-Michael Argo que quieren revivir el subgénero de terror Slayer que marco una epoca en los años 80’, “Jeepers Creepers: Reborn” se estrena este jueves 17 de Noviembre en todos los cines, llegando un poco tarde a las fechas de Halloween.
Todo comienza cuando una pareja de ancianos que al momento de conducir por una autopista denota que un camión sospechoso los persigue de manera muy extraña, cuando deciden averiguar su sospecha, se encuentran con un macabroso misterio. Luego de ello, se da un salto temporal al tiempo presente, la película presenta a Laine (Sydney Craven) junto a su novio Chase (Imran Adams) quien deciden ir a un pueblo lejano a un supuesto festival de coldplayers por noches de brujas, donde por medio de un sorteo terminan visitando la casa de la “criatura” de la leyenda de Luisana, donde quedaran atrapados sin salida, lo que ellos no saben que “el” despertó luego de 23 años y con muchas ganas de alimentarse.
El guión de la película no ofrece mucho más, los primeros minutos toma buenos conceptos de la primera entrega de la franquicia, pero luego desvía el camino a un método más de la autoría del director y el guionista. La mayor parte de la cinta transcurre en una casona, por ello las locaciones juegan mucho con el género más clásico de estos asesinos “cazadores” en un sitio especifico. A su vez, las actuaciones interpretaron el método del filme llevándolo por momentos en un buen camino. Por otro lado, los efectos y el montaje fueron un punto fuera de lo comun, con elementos visuales pocos vistos en este estilo de entregas.
En conclusión, “Jeepers Creepers: Reborn” quiere traer a los fans de la franquicia la esencia que los enamoro, pero quedo a mitad de camino. Será un film que dará mucho que hablar en la comunidad en los próximos meses, a su vez, es una película pochoclera de domingo a la tarde que se debe tomar como el clásico “Slayer” de terror, valido desde ese punto de vista. Se esperaba mucho más del trabajo de Timo Vuorensola, pero para los nostálgicos es un producto para divertirse y pasarla bien, sin dudas.