“Infierno en el pantano” de Taneli Mustonen, crítica.

Existe cierta fascinación en el cine por hacer que grupos de jóvenes o estudiantes se enfrenten a animales salvajes y letales. Es una situación tan común que ya podría calificarse como parte del subgénero slasher del cine de terror, con la diferencia de que los asesinos son parte de la naturaleza. Y al ser estas obras tan comunes, al representar ya un género dentro de la ficción, tienen cuestiones muy predecibles, como quiénes van a morir y en qué momento.

Tras un accidente aéreo, unos pocos sobrevivientes deberán buscar la forma de escapar del sistema de pantanos más extenso de los Estados Unidos. Lo que ellos no saben es que en ese lugar funcionaba una fábrica de drogas clandestina, cuyos desechos alteró el comportamiento de los cocodrilos. Así, a la lucha por la supervivencia se le agrega una complejidad, el enfrentamiento contra una fauna que acecha constantemente.

Los protagonistas de la tragedia son un grupo de amigos que viajaban hasta florida para esparcir las cenizas de uno de sus integrantes. Entre ellos se encuentra Kyle, una estudiante de biología que será la líder en su intento por sobrevivir al pantano. Además, se le suman el piloto del avión y una pareja de jóvenes padres que dejaron a su hijo en la casa. 

Como suele pasar en este género, el liderazgo de un personaje, en este caso Kyle, comienza a generar rispideces dentro del grupo. Lo que provoca que ciertos personajes desconfíen de sus conocimientos y subestimen al entorno y sus peligros. Es así que el film comienza con su ciclo de muerte y caos que tanto gusta a los fanáticos del género. La pregunta, entonces, no es cómo se salvarán los protagonistas, sino cuál de ellos será quien se sobreviva.

“Infierno en el pantano” fue escrita por Ashley Holberry y dirigida por Taneli Mustonen, bajo el sello de Cowboy Cosmonaut Films. Tiene una duración total de 87 minutos y dentro de su elenco protagonista se encuentran Athena Strates, Madalena Aragao, Elisha Applebaum y Andonis Anthony, entre otros. La fotografía y la música estuvieron a cargo de Steven Hall y Segun Akinola, respectivamente.

Para concluir no queda más que decir que “Infierno en el pantano” es una película que se queda muy dentro del molde. Cuenta con una buena factura técnica y actuaciones aceptables, pero eso no quita que sea predecible desde su inicio, y que el espectador ya sepa quien va a morir y quien no. Es una película recomendable si uno quiere poner la cabeza en pausa y divertirse un rato, pero nada más allá de eso.   

Calificación

Dirección
Actuación
Fotografía
Música
Guion

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