Esta película se estrenó en sala en 1997 y ese año ganó el premio a Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Cannes, uno de los pocos de categoría A, y este sería uno de los tantos premios que ha ido recogiendo con su obra este genial director. Por Nito Marsiglio.
Lai Yiu Fai (Tony Leung Chiu-Wai) podríamos volver a empezar. Esa será la frase que Ho Po Wing (Leslie Cheung) le diría en muy diversas ocasiones y Lai Yiu Fai siempre termina convencido. Y esa frase, que es el primer diálogo de la obra, encierra y sintetiza magníficamente el sentido que esta tendrá.
En una entrevista que le hicieron a Wong Kar Wai, siendo el chino, le preguntaron si siempre iba a filmar en Hong Kong, hasta ese momento Hong Kong no había vuelto a pertenecer a China. El comenta que molesto por la pregunta decidió rodar “Felices juntos” en las antípodas.
La primera escena, en color, es un plano detalle de una mano revisando un pasaporte chino y poniéndole el sello de ingreso donde se lee: 12 de mayo de 1994 República Argentina. Luego pasa a la siguiente escena, donde está el dialogo antes mencionado, esta comienza en color y continúa en blanco y negro. Este manejo del cambio del color al blanco y negro lo hará el director en toda la película, con el fin de remarcar los ánimos del relato, y lo logra a la perfección.
La trama es una pareja gay que pasan por continuos altibajos, los une una gran pasión pero a la vez esta misma los lleva a choques y enfrentamientos y un continuo volver a empezar.
La pareja había decidido viajar a la Argentina para conocer las Cataratas de Iguazú, en ese típico error común que cometen las parejas que caen en la trampa de pensar que con un viaje se puede arreglar lo que está lastimado. El viaje comienza muy mal ya que terminan perdidos, porque deciden alquilar un automóvil en vez de tomar un colectivo de la Ciudad de Buenos Aires hasta Iguazú. No logran su objetivo y regresan a Buenos Aires y allí se separan. Ambos quedan varados en esta ciudad por no tener dinero para regresar a Hong Kong. Lai Yiu Fai consigue un trabajo de portero y distintos rebusques mientras alquila una habitación en un conventillo de La Boca.
Hasta que una noche ve llegar a un bar a Ho Po Wing acompañado de un par de jóvenes. Luego este comienza a llamarlo a la pensión y hay un juego de rechazos hasta que una noche llega Ho a la pensión de Lai todo golpeado y lastimado. Este lo lleva al hospital y allí Ho le vuelve a repetir la frase mortal: Lai Yiu Fai podríamos volver a empezar. Él lo lleva a su pensión para cuidarlo mientras se va recuperando.
La película tiene además de un guion inmejorable, muchos artilugios que utiliza el director para darle mayor fuerza al relato. Como ya se mencionó el uso de blanco y negro o el color, la magnífica musicalización realizada por Danny Chung que pasa por al menos tres géneros distintos pero prevalecen los tangos de Piazzola. La fotografía es magistral tanto en las tomas del conventillo como las del riachuelo o también una muy bien lograda del Buenos Aires nocturno en una toma aérea de La 9 de Julio. Todo esto hace que esté perfectamente merecido el premio de Cannes a Mejor Director.
Wong Kar Wai es sin duda un magnífico artista que logra transmitir al espectador, con su film, la angustia que padece Lai con el juego de amor y desamor al que lo somete Ho. Está tan cargada de emociones y ternura que es imposible no empatizar con los personajes.
Puntaje: 100