Dialogamos con Fabián Forte, director de “Legiones” que a pocos meses estrena “Juego de brujas”, una película que marca un quiebre en el cine fantástico argentino. El realizador confiesa cómo conectar al espectador con un universo de fantasía y que resulte verosímil.
-Fabián, ¡qué gusto conversar con uno de los principales representantes del cine de género en Argentina!
-Entiendo que sí, porque dentro de mi filmografía he realizado muchas películas de género y además es un estilo de films que amo y los hago de todo corazón.
-Te superas película a película, te vi en “Legiones” también
-Gracias por el elogio. Uno siempre pretende superarse, no sé qué tan cierto es, pero depende de la mirada de aquél que mira la película también. Es muy subjetivo. Legiones se estrenó en diciembre del año pasado. Vengo de estreno en estreno, no me puedo quejar.
-La hemos visto en el Festival de Mar del Plata
-Sí, exactamente. Previamente pasó por muchos festivales de género de primer nivel como Fantaspoa, entre otros. La verdad que la película estuvo en lugares de privilegio, así que muy contentos.
-Y lo que ya está en el umbral es “Juego de brujas”
-La peli la rodamos a fines del 2021, tuvo un proceso bastante corto en comparación con otros films que tardan años en hacerse, en estrenarse. Su guion lo escribí a fines del 2018 y la presentamos en el Instituto de Cine, además pude conseguir el apoyo de dos productoras, y la estrenamos este 22 de junio, siendo hoy un honor estrenar una película en pantalla grande, cuando el cine se ve en plataformas y en tantas otras maneras posibles. Hay cineastas que entre película y película tardan años; yo tuve la suerte de estrenar dos films en menos de seis meses. Es un privilegio.
-¿De qué va “Juego de brujas”?
-Es una película de fantasía y tiene una veta de terror porque habla de brujería, entonces de alguna manera, pertenece al linaje de cintas de brujas. Pero para mí es una película fantástica que habla de Mara, una joven adolescente que le gusta el esoterismo y que se lleva muy mal con sus padres y su hermana, y una semana antes de su cumpleaños ella recibe un juego virtual del cual se hace adicta y, sin darse cuenta, mediante el mismo pasa por un portal que la conecta a un mundo extraordinario de brujas y hechizos. Y, a través de estos brujos que la orientan en el juego para ser una bruja real, ella tiene como objetivo salvar a su hermana que está en manos de uno de los demonios.
-¿Cómo fue el tema de la producción, de los efectos especiales de los cuales no estamos tan acostumbrados a ver en nuestro país? Y creo que esta película marca un quiebre.
-Es distinta a lo que nosotros estamos acostumbrados a hacer; uno ve que este tipo de películas vienen de otras latitudes del mundo, por lo que es un desafío. Los planos que van a requerir de efectos especiales llevan mucho tiempo de realización; uno tiene que tener una puesta de cámara muy pensada y charlada con los especialistas que van a trabajar en la producción. Esto es como el truco de magia de los magos, depende el ángulo, depende el movimiento que hagas, es lo que determina que funcione el truco o no.
También, en este tipo de películas lo difícil es lograr el verosímil, porque tal vez en una película dramática todos sabemos lo que es una persona aburrida que se enamora de una persona x como en “Los Puentes de Madison”: vos entendes los personajes, entendes qué le pasa a esa mujer, qué le pasa a él. Ahora, cuando vos tenes que crear un mundo extraordinario donde prima la fantasía, tenes que lograr un código donde el espectador se enganche y crea en ese mundo, y es lo más complejo más allá de los efectos. Es escribir un guion que tenga los elementos adecuados para que el espectador se enganche. Y que haya personajes que te identifiquen, eso es también otro desafío.
Lograr un código donde el espectador se enganche y crea en ese mundo, es lo más complejo más allá de los efectos especiales”.
-Tenes un elencazo entre las hermanas y esos brujos que están maravillosos
-En el caso de Lourdes Mansilla, yo había trabajado con ella en “Socios por accidente”. Ella interpretaba a la hija del personaje de José María Listorti; es una bomba como actriz, súper profesional, muy entregada a los personajes; tiene todas las condiciones para triunfar en esta carrera, por eso yo confiaba plenamente en Lourdes. Hicimos un casting en la preproducción de la película y vi varias actrices de su edad, pero había instintivo que me decía que era ella quien tenía que interpretar a Mara.
En el caso de Denise Barbara, que hace de su hermana, fue una recomendación de los productores, que ya habían trabajado con ella en otra película y me pareció fantástica. Después, Virginia Lombardo es una gran directora de teatro, es muy buena actriz y no sabes lo que es en el set, diez minutos antes la tenes ahí al lado tuyo con el vestuario puesto escuchando tus indicaciones. Es muy entregada al oficio. Y Natalia Grimberg es una actriz que conocí en este proyecto y para ella fue todo un flash, no sólo fue laburar frente a cámara que es un código muy distinto al teatral, sino que encima fue en una película de fantasía que tenes que entregarte y confiar mucho en el director y en el equipo, que está sosteniendo, de alguna manera, un universo fuera de lo común, fuera de las reglas que conocemos.
En cuanto a los brujos, con Ezequiel Rodríguez trabajé en “Legiones” y pegué muy buena onda con él; hoy lo considero familia, amigo; hablamos mucho de cine, de proyectos. A veces uno se rodea de personas con las cuales tiene mucha química, y te entendes a la hora de llevar un proyecto adelante.
Lourdes Mansilla es una bomba como actriz, súper profesional, muy entregada a los personajes; tiene todas las condiciones para triunfar en esta carrera”.
-Y los padres de Mara, son los padres de Matilda
-Los padres de Mara son interpretados por Alexia Moyano, una actriz muy reconocida, y por Martín Borisenko, que es un amigo de muchos años y que actúa cuando yo lo llamo, es como que colgó los guantes como actor. Es muy bueno, intuitivo, mental y siempre lo rescato.
-¿Dónde se filmó?
-Grabamos en una escuela para sordos de Devoto. El guion transcurría todo en una locación, era una obra de teatro prácticamente. Yo lo escribí pensando en hacer una película chiquita de fantasía, porque sabía que hoy día hacer un film de este género y con este calibre, es muy difícil en nuestro país; se necesita de muchísimo dinero y yo soy muy consciente del tema tiempos y recursos; entonces, a la hora de escribir lo hice como si fuera una obra teatral. Después pasó que uno de los productores me presentó esta locación, que es hermosa, así que a mí se me vino a la mente el universo del juego más que fuese la casa de ellos, porque era un castillo. Fue así que dividimos en dos locaciones el rodaje, por lo cual la propuesta inicial era en una sola: una casa que cuando ella pasaba el portal tenía detalles distintos, pero seguía siendo su mismo hogar. Con lo cual, con la propuesta de producción de dos locaciones, me sumergió más en el terreno del juego digital. Para mí fue a favor.
Hoy día hacer un film de este género y con este calibre, es muy difícil en nuestro país; se necesita de muchísimo dinero y yo soy muy consciente del tema tiempos y recursos”.
-¿Queres compartir alguna anécdota?
-Hay de todo. En el caso de Natalia, ella tenía que trabajar con sapos y ratas, y nunca había tocado una en su vida, con lo cual fue todo un proceso de adaptación para ella. Trabajamos con una rata viva y otra muerta, porque era imposible dormir al animal y no queríamos correr riesgos y entonces dije: “¿No tenemos un cadáver de una rata?” Y así fue. También hubo un tema con los lentes de contacto, que siempre yo pregunto si se lo bancan.
-¡Qué buenos que están y qué bien quedan!
-Sí, claro. Es que si vos tenes un personaje que los tiene que usar y el actor o la actriz no se lo puede poner, después es plata de postproducción para digitalizarlos cuadro por cuadro. Hay que estar pensando en muchas cosas, no sólo en que el guion funcione, ya que sobre la marcha tenes que tomar decisiones.
-¿Dónde se va a poder ver?
-No me confirmaron todavía, entiendo que estará en Haedo, Cinépolis de Recoleta y otras salas. Lamentablemente, siento que somos una suerte de estorbo para las salas de cine, porque tienen un montón de horarios para los tanques, pero además nadie se entera que existen estas películas porque no tenemos una maquinaria atrás de publicidad donde la gente diga “Ah, mira, Juego de brujas”. Entonces somos David y Goliat.
Edición periodística: Andrea Reyes