A pocos días del estreno, conversamos con el director de Matrimillas, Sebastián de Caro. El realizador explica cómo surgió el film y la incoporación de Luisana Lopilato y Juan Minujín al elenco. Además, habla sobre el suceso del cine argentino y por qué define al director como un administrador.
-¿Queras contar vos de que se trata “Matrimillas”?
-Sí, “Matrimillas” cuenta la historia de Belén y Federico que son una pareja que tiene dos hijos, una nena y un nene, y que están atravesando una crisis y llegan de manera accidental a una empresa que promete mejorar los vínculos a través de un sistema de ganar puntos y de hacer cosas por la pareja para después hacer actividades por fuera de la pareja. Y ahí comienza un poco la discusión de cómo la tecnología ayuda o complica los vínculos.
-¿Cómo surgió la idea de “Matrimillas”?
-La productora Buffalo films y Netflix querían desarrollar este concepto, el cual ya estaba un poco en el aire. Convirtieron a esta idea en un guion porque, cualquiera puede tener la idea de “Matrimillas”, pero después hay que ver qué se cuenta y ahí se trabajó mucho con los guionistas; luego entró Rocío Blanco también a trabajar y bueno, de algún modo, se logró el guion que tenemos. Fue un trabajo conjunto tratar de contar una historia que esté a la altura de lo que proponía la contracción, el título.
Fue un trabajo conjunto tratar de contar una historia que esté a la altura de lo que proponía la contracción, el título”.
-Con respecto al elenco, que está fabuloso, Juan Minujín, Luisana Lopilato… ¿Cómo fue el tema del casting? ¿Pensaste vos “estos son los actores que quiero”?
-En el caso de Juan Minujín y Luciana Lopilato, ambos estaban desde el comienzo en la película, después se conformó un elenco con el trabajo de Pablo Ini como director y jefe de casting junto con sus asistentes, para completar los roles secundarios, y también bueno, la aparición de Cristina Castaño. En definitiva, tratamos de afinar ese universo en relación a qué tipo de película, específicamente de comedia, y qué tipo de vínculos lograr. Para ello, era importante que el elenco pudiera ejecutar ese tono y manejarse de esa manera. Así que fue muy interesante.
-Sebas, vos venís trabajándolo con otra películas también, ¿te inspiraste en alguien? ¿Es natural en vos? Sabemos que sos muy histriónico, que tenes teatro, televisión desde chico, un poco de radio, un poco de todos. Pero el tema de la comedia, ¿de dónde viene?
-De chico era medio payaso. Viste que son muy melancólicos también, y bueno, la comedia romántica tiene las dos cosas, es un género que se te da naturalmente y a mí me gusta mucho verlo. Tiene mucho que ver con lo que a cada uno le sale, con cómo ves la vida y cuáles son las películas que más le gusta ver a uno.
-¿Cómo es trabajar con Luciana Lopilato, con Juan Minujín, bueno, con el ritmo de la comedia?
-Los dos son actores muy inteligentes, y cuando los actores son muy inteligentes, la comedia es para inteligentes y eso hace que todo se torne mucho más fácil. Tanto Luisana como Juan son personas que su lenguaje nada como pez en el agua, no hay mucho misterio.
Tanto Luisana como Juan son personas que su lenguaje nada como pez en el agua, no hay mucho misterio”.
-La película está muy aceitada, y creo que es un momento espectacular para que la gente disfrute.
-Tiene todo eso y por poner una metáfora poco inspirada pero, por la ferviente actualidad del mundial, es como que me digas cómo se dirige a Messi. Bueno, nosotros teníamos dos Messi, entonces, realmente, ¿qué le decís a esa figura? En este caso, te dedicas más a verlos, a tratar de ver si tienes algo para aportar, si te necesitan, que se entienda, todos los actores y actrices necesitan ser dirigidos pero, cuando decís dirigidos no es que vos les decís lo que no saben, sino que los ayudas con lo que ya saben. Disfruta de lo mejor del cine argentino con un código promocional exclusivo de HBO Max cortesía de Público Descuentos. Celebra la expansión del cine argentino accediendo a una amplia selección de películas y series en HBO Max a precios reducidos. ¡No te pierdas esta oportunidad única para los amantes del cine!
La dirección no es iluminar, no es iluminismo, uno no es un profesor de lo que no saben esos talentos, por el contrario, terminas aprendiendo mucho más vos y tratas de colaborar con eso. Lo aclaro porque, a veces, la palabra dirección suena como que uno es una especie de titiritero. Bueno, es un cliché muy errado, un director o directora no es un titiritero de nadie, sino más bien un administrador. Tal vez con esto le estoy sacando el romance a la cuestión, pero bienvenido sea, porque creo que afortunadamente se fue sacando esa especie de romanización negativa, si es que existe el oxímoron, si se me permite, que implicaba la dirección como una especie de cosa para genios en una montaña sabiéndolo todo con una capa negra y un cuervo en el hombro. No, no tiene que ver con eso.
La dirección no es iluminar, no es iluminismo, uno no es un profesor de lo que no saben esos talentos, por el contrario, terminas aprendiendo mucho más vos y tratas de colaborar con eso”.
-Es cierto, me parece que viene más por este lado que estás diciendo vos y el de compartir y disfrutar, no de padecimiento…
-No. Todas esas historias de Stanley Kubrick, que hizo no sé cuántas tomas, son patrañas, pavadas, no tiene nada que ver eso con el trabajo y, ni siquiera con el trabajo bien hecho. Nada que se parezca al destrato, la psicopatía, a cualquier tipo de cosa tiene que ver con esta labor, el que no lo entiende así lo está haciendo mal, y si vamos a usar para justificar maltrato al genio que maltrataba, bueno, es muy injusto, porque no estoy diciendo que esté bien que maltrate a un genio, está mal que maltrate a todo el mundo; pero son anchos ridículos, porque nadie se convierte en un genio porque maltrata.
-Sebas, ¿sos consumidor de comedias argentinas, extranjeras, en tu tiempo libre? ¿Más de series, más de películas?
-No, me gustan mucho las comedias, trato de ver todo, sobre todo miro mucho de Argentina. Me gusta mucho cómo se trabaja en nuestro país y me ayuda el trabajo de los colegas a descubrir actores, actrices, ideas, lugares, técnicos, técnicas; y cuando uno ve eso y se dedica a esto, dice: “¿Quién hizo la luz de esta película? Porque lo quiero. La hizo tal” “¿Quién hizo el sonido acá? Lo hizo tal, bueno lo quiero”… y así vamos intercambiando, es muy rico el trabajo de los colegas.
-Sí, hay mucho trabajo de las últimas realizaciones nacionales que se está viendo a actores y actrices provenientes del mundo teatral, y me parece que es oro y riqueza también.
-Los elencos afortunadamente se han renovado mucho, es lindo decir hoy por hoy que una actriz como Laura Paredes uno la ve en tres o cuatro películas por año, lo mismo que a actores y actrices como Santiago Gobernori, Rafael Sprengel, Paloma Contreras… Son intérpretes que uno empieza a ver en varias películas y eso es muy bonito. También cuando se provocan sucesos como “Argentina, 1985”, me refiero al público, la cantidad de convocatoria, es una buena noticia para el cine argentino en general, el de las otra plataformas, el de los otros géneros, el de las otras escalas, el de todos. Me parece que uno lo tiene que entender siempre, que la marca Argentina en relación al cine se expanda hacia el lado de la comedia, hacia el lado del cine político, hacia el lado del suspenso, terror o lo que sea, siempre es una buena noticia.
Edición periodística: Andrea Reyes