Una de los últimos estrenos del año llega a Netflix, con George Clooney a la cabeza de la dirección y actuación de esta adaptación de la novela “Good Morning, Midnight” de Lily Brooks Dalton.
Situados en un futuro distópico, en el año 2049, presenciamos como el profesor Augustine Lofthouse – George Cloone – es el único sobreviviente en la tierra, ubicado en la Antártida, luego de que una catástrofe natural arrase con todo. Su único objetivo es advertir a la tripulación “K-23”, que se encuentra en un viaje de investigación espacial, de que es muy tarde volver.
Este escenario “post-apocalíptico” del cual poco se sabe y poco importa, deja en claro la intención del director, sobre centrarse en la parte sentimental de los protagonistas, dejando en claro por parte del Dr Lofthouse que su motivación para seguir adelante – se trata de un paciente terminal – es advertirles a los únicos humanos que tienen posibilites reales de sobrevivir que no deben regresar a la Tierra.
Del otro lado – del espacio – se encuentra la tripulación de “K-23” quienes luego de años emprenden su regreso al Planeta Tierra y quienes, desde hace varios días, perdieron todo tipo de comunicación. Cuando se enteran de las terribles novedades y al momento de decidir sobre que harán, estos sentimientos afloran y se potencian, puesto que su motivación para el regreso a desaparecido.
“Cielo de medianoche” cuenta con una gran calidad de efectos especiales y visuales que la convierten en una pieza entretenida, pero que desde la trama, los diálogos y por su elenco quedó a medio camino. George Clooney, se destaca por su faceta actoral y deja un sabor amargo en cuanto su dirección
Dirección
Montaje
Arte y Fotografía
Actuación
Música
Una película que pone el foco en una nueva perspectiva en este género, en donde los sentimientos y las emociones importan más que los hechos.