Bajo la atmósfera acogedora del Bar “Casa Blanca” en el barrio Congreso de Capital Federal, se gestó una conversación única con la distinguida actriz Maria Nydia Ursi Ducó. Este diálogo, impregnado de la calidez del lugar y el aroma del café, destila la esencia de su participación protagónica en “Durazno Sangrando”, dirigida por Claudio Santorelli.
¿Cómo llega a vos este proyecto?
Nuestra conexión se remonta a años de conocer a Claudio, siendo compañeros en el estudio de Carlos Gandolfo. Cuando Claudio propuso “Durazno Sangrando”, fue natural que pensara en mí. Después de una charla, acepté consciente de los desafíos y las limitaciones económicas del cine independiente. La esencia de la protagonista y su historia resonaron conmigo.
¿Cómo se prepara un personaje como este? ¿Fue un desafío para vos?
Sí, cada personaje es un desafío único. Con “Chiqui”, la clave fue encontrar la autenticidad. Su base es la ingenuidad, y me propuse explorar esa característica desde mi propio ser. La preparación fue un viaje interno para hacer que el personaje sea verdadero.
¿Tiene algo de vos? ¿Cómo fue trabajar con un personaje tan especial?
Sí, en muchos aspectos, “Chiqui” es una extensión de mí misma. El proceso no consistió en catalogarla, sino en encontrarla y hacerla genuina. Exploré mi propia ingenuidad, capacidad de amor y compulsiones para darle vida a este personaje.
Después de tantos años de carrera, ¿Cómo la ubicas a ella? ¿La consideras en tu “top five”?
En el ámbito cinematográfico, este es mi primer protagónico, lo que la hace especial. No obstante, no me gusta etiquetarla solo como un “protagónico”, sino como el eje central de la historia. Aunque participé en películas destacadas como “El clan” de Pablo Trapero y “La noche de los lápices”, “Chiqui” ocupa un lugar único.
Has trabajado anteriormente con Claudio Santorelli, incluso siendo pareja en una obra de teatro. ¿Cómo es trabajar con alguien que ya conoces?
Sin dudas hace el camino más fácil, pero no exento de desafíos. La familiaridad facilita la comunicación y comprensión, pero cada proyecto es un nuevo desafío, y siempre hay espacio para descubrimientos.
En “Durazno Sangrando”, trabajaste con un elenco nuevo. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue un grupo humano maravilloso, con actores que eran lugareños, ósea de allá de San Clemente y otros que no, como Javier Petrone que fue encantador. Después también con Claudio Medina, que hace de mi cuñado. El equipo técnico también divino. En ese sentido, me queda un recuerdo hermoso de las dos semanas que estuvimos grabando
Con un tiempo de grabación récord, ¿Cómo fue adaptarse a esos plazos tan cortos? ¿Sintieron que los perjudicó?
Personalmente, no fue un problema, ya que siempre estoy preparada. Para Claudio, fue un desafío considerable. Justamente en el reestreno, mencionó que con unos días más, podría haber alcanzado mayores logros. Por ejemplo, el otro día recordábamos que hemos estado en Noviembre en San Clemente y cuando tocaba realizar la escena de la noche de navidad, que se desarrolla afuera, estábamos muertos de frío(Risas). Es algo que nunca voy a olvidar, nos reíamos de la situación. A Claudio, cuando hablaba se le notaba el vapor de frío en la boca, tuvimos que volver a filmar esa escena por el clima que había.
Ya que nombraste el reestreno. ¿Qué significó para ti volver a encontrarte con “Chiqui” y toda esa historia?
Que buena pregunta…fue la tercera vez que vi la película. Si bien no suelo ver mis actuaciones más de dos o tres veces, cada visualización revela nuevas capas. Volver a encontrarme con “Chiqui” en el reestreno evocó los recuerdos de nuestro esfuerzo colectivo y el cariño que depositamos en la película.
Ubicándonos en la actualidad, ¿Cómo afecta toda esta situación política y social a las producciones independientes?
En lo cultural, nosotros estamos con una profunda decepción con todo lo que está planteando este nuevo gobierno, al que no adhiero para nada bajo ningún punto de vista. Porque siento que es como una especie de censura. Les molesta fundamentalmente la cultura y la verdad que es doloroso. Y lo digo yo que te hablo desde lo independiente pero hemos tenido referentes que han opinado de igual forma, que esto es inadmisible. Desde todo punto de vista, desde lo teatral, desde lo cinematográfico. Esperemos que los legisladores y todos aquellos que deban intervenir, tomen cartas en el asunto para revertir esta situación porque es terrible. La motosierra al final fue para el pueblo, no para la casta. Yo te pregunto…¿la gente tendrá para ir al teatro?¿al cine?. Deci que tenemos espacios como el Gaumont, que es una alternativa super accesible, el Inca también.
¿Disfrutas más trabajando en proyectos comerciales o independientes?
Valoro cada oportunidad por igual. Sea una producción local o internacional, para un artista, el lugar es el set. Ambos tipos de proyectos tienen su encanto y aportan experiencias valiosas.
¿Qué proyectos estás realizando actualmente? ¿Qué planes tienes para el futuro?
El año pasado trabajé en un monólogo llamado “La flor de la locura”. Planeamos retomarlo en abril, siempre pendientes de la situación en las salas. También considero retomar una obra de Darío Bonheur y continuar con “Stefano” de Armando Discépolo, aunque todo depende del panorama.
¿Se te cruzó por la cabeza retirarte de los escenarios en algún momento?
Por ahora, mi lugar en el mundo es el set y el escenario. Aunque uno nunca sabe qué depara la vida, no he considerado retirarme. La pasión por el arte y la interpretación sigue fuerte.