¿Cómo quedaría una película que trate sobre la creación de una película?¿Sería un documental o permanecería como un largometraje de ficción? Depende de lo que se elija mostrar es una posible respuesta. Si se enseña la parte más técnica del detrás de cámara, los sets y vestuarios resultaría en un documental en clave de “making of”. Ahora, si la cámara se queda con los actores, las asperezas entre ellos y sus dramas personales la situación cambia completamente.
“El segundo acto” es una película francesa sobre la filmación de una película. Esta trata sobre como Florence quiere presentarle su nuevo novio, David, a su padre en un restaurante en el medio de la nada. Sin embargo, el film realmente consiste en como estos actores lidian con sus frustraciones mientras graban, sabiendo que todo va a ir al corte final de la obra.
El grupo protagonista está conformado por cuatro personajes. Por un lado están Florence, la novia y actriz que está pasando por una crisis personal y familiar, y Guillaume, su padre y un actor mediocre con 40 años de carrera y mucho resentimiento hacia la sociedad. Mientras que del otro lado de la mesa se encuentran David, un actor que está cansado de sus compañeros y Willy, un muchacho que no sabe cuando callarse y ser social y políticamente correcto.
La obra transcurre enteramente en una ruta, y un restaurante que queda sobre ella. Allí el espectador se entera realmente que el film está realizado como un metafilm. En la que los actores entran y rompen sus personajes sin previo aviso, momentos en los que el director aprovecha para soltar sus comentarios más críticos hacia la corrección política. Además sorprende en su último acto con un giro de guion completamente imprevisible.
La obra, producida por Arte France Cinéma, está escrita y dirigida por Quentin Dupieux. Cuenta con una duración total de 85 minutos y dentro de su elenco protagonista se encuentran Léa Seydoux, Vincent Lindon, Raphael Quenard, Lous Garrel y Manuel Guillot. La película se categoriza como una comedia ácida y crítica hacia su medio y la sociedad, como bien sabe hacer el director.
A manera de conclusión queda decir que “El segundo acto” es una película sencilla y graciosa. Sabe llegarle a su público e intrigarlo lo suficiente como para engancharlo hasta que la obra empieza a mostrar sus verdaderos colores. Para finalizar todo con un giro de guion que, es a su vez, un tropo cómico y una crítica acertada a los tiempos que corren.
Calificación
Dirección
Actuación
Música
Fotografía
Guion
Es una película sumamente divertida, con giros bizarros y delirantes. Y como ya es costumbre del director, sabe mezclar a la perfección el drama, la crítica y la comedia.