Ópera prima del director vasco Galder Gaztelu-Urrutia, la cinta española se alzó con el galardón a Mejor Película, Mejor Director, Mejores Efectos Visuales y el premio del público en el prestigioso festival de cine fantástico. Por Bruno Calabrese.
Cada tanto dentro del cine de ciencia ficción aparecen obras que revolucionan el género. Películas cuya temática encierran planteos filosóficos y sociales, cintas que interpelan la condición humana y rápidamente se convierten en cintas de cultos. Dentro de esas podemos encontrar a la italiana “Cubo” o “Ex-Machina, que aparecen sin mucha publicidad e irrumpen, sorprendiendo a propios y extraños.
Pareciera que con “El Hoyo” va a pasar lo mismo, ya desde su historia uno puede notar que no es una película común. Uno la podría definir como una distopía donde existe una especie de prisión llamada El hoyo. Un agujero dividido por un número indefinido de niveles. En cada uno de ellos hay dos personas y unas normas muy claras. Cada día una plataforma llena de comida baja y para dos minutos en cada nivel. Empieza por el más alto y va bajando con las sobras hasta el último. ¿Cuánto quedará para los de abajo? Todo depende de lo que dejen los de arriba, de su solidaridad. Para empeorar las cosas no se puede guardar comida para después, y cada mes los niveles rotan, el que está abajo puede estar arriba y convertirse en lo que temía.
La temática del film es muy similar a “Snowpiercer”, película del coreano Bong Joon-hoo, director de “Parasite”. Una metáfora sobre la diferencia de clases, sobre un sistema injusto y sobre cómo cuando llegamos a lo más alto de la ‘escalera social’ nos convertimos en lo que más detestamos.
“El Hoyo” hace su estreno el 20 de marzo en Netflix y es una de las imperdibles.