No solo forma parte de la competencia oficial Vanguardia y Género del Bafici, sino que además integra una de las actividades que organiza el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken”: La escena excéntrica. Donde se conversara sobre escenas descartadas de la película “El Fulgor” de Martín Farina. Contará con función el próximo martes 26 de abril a las 21.00 hs en la Sala Leopoldo Lugones (Av. Corrientes 1530, 10° piso) y dos funciones en el El Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Una el jueves 28 de abril a las 13:10 hs y otra el sábado 30 a las 13:30 hs.
Durante el año viven como duros trabajadores del campo, capaces de matar y carnear animales sin inmutarse. Montando a caballo solemnemente y cumpliendo con sus tareas sin chistar. Pero cuando llega el carnaval, la irradiante necesidad de festejar los posee. Cruzan el río que los separa de la ciudad, para poder vestir sus disfraces para el desfile. Cambiando las bombachas de campo por las sungas y la sangre de los animales por un bello glitter.
Lo que sucede en la película es algo similar a lo que ocurre en un partido de fútbol descrito por Ioshua. Donde los rudos jugadores se dan permiso para frotar sus cuerpos transpirados con los de sus compañeros en cada celebración de gol, en cada pasada por el vestuario. Sin dejar de ser quienes son, sin admitir que al fin de cuentas eso les gusta. Aquí los hombre de campo transmutan sus formas físicas y personalidades, pero solamente por el tiempo que dure carnaval.
Lo que queda reprimido durante todo el año, tiene carta libre de salir a arrazar cuando las luces de la ciudad se encienden y comienza la comparsa. Las plumas, el baile y los cuerpos que brillan cual diamante se apoderan de todo. Como si de un permitido de una dieta se tratara, la hombría forjada por la heteronorma cambia de lugar con un personaje libre de hacer lo que quiera. El corcel que noblemente los lleva de aquí para allá, ahora es de tergopol y encabeza los carros del desfile. Todo se invierte, pero solo por un rato ya que es carnaval.
Martín Farina consigue decir, relatar y argumentar con la poesía de las imágenes, en lugar de palabras. Los silencios, los rostros y las miradas comunican. “El Fulgor”, se va cocinando suavemente, como toda buena comida. Un rompecabezas donde nada está al azar, pero aun así hay que completarlo para ver la imagen completa.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Martín Farina consigue decir, relatar y argumentar con la poesía de las imágenes, en lugar de palabras. Los silencios, los rostros y las miradas comunican. “El Fulgor”, se va cocinando suavemente, como toda buena comida. Un rompecabezas donde nada está al azar, pero aun así hay que completarlo para ver la imagen completa.