Dentro del ciclo Doca -Documentalistas Argentinos- se presentó la obra de Krichmar junto con una mesa redonda de debate de la que participaron el director, Alejandra Guzzo de Cine Insurgente y Natalia Vinelli de Barricada TV, se realizó el 26 de mayo a las 19 hs. Por Nito Marsiglio.
“Las obreras del colchón estamos con la revolución”, decía un cartel que llevaban un grupo de prostitutas en una de las marchas del primero de mayo en La Habana, Cuba.
Uno de los entrevistados, ex colaborador de Santiago Álvarez, lo contaba diciendo que si bien la prostitución era mal vista en Cuba por considerarse uno de los vicios del capitalismo, sin embargo mostraba la adhesión al día de júbilo que era para el cubano el 1 de mayo.
El film es sobre Santiago Álvarez, quien bien pudiera llamarse como el padre del documentalismo cubano, su forma de trabajo y su pensamiento sobre un documental.
El 1 de enero de 1959 triunfa la revolución cubana. El 24 de marzo de 1959 se crea el ICAIC, Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos. Es la primera ley que hace la Cuba revolucionaria. la creación del instituto.
Se lo pone a Alfredo Guevara como el primer director del ICAIC, él decide que debía hacerse un noticiero para contrarrestar la propaganda imperialista y decide poner a la dirección a Santiago Álvarez.
Así es como comienza su carrera de cineasta y el decide poner su cine al servicio de la revolución cubana.
Como con buen criterio diría Fernando Birri, la obra de Santiago Álvarez tiene sentido dentro del contexto de una obra mayor aún, la revolución cubana.
Y el mismo Álvarez lo confirma con la voz en off que se escucha al principio de la película cuando dice: “…tú me preguntas concretamente porque yo hago cine, bueno en realidad yo hago cine porque hay imperialismo, si no hubiera imperialismo yo no haría cine”. Y más adelante comenta un compañero de trabajo que también dijo: “…yo soy un director de cine panfletario, yo no soy un director de cine como ustedes comemierdas…”
Sin duda se puede apreciar claramente que él era un ferviente revolucionario y lo dejaba firmemente expresado y sin tapujos en su obra. Sin embargo, era a la vez un hombre crítico y no tenía ningún reparo en exponer las falencias que tenía la Cuba de esa época. Lo hacía con ironía y con mucho humor. Y lo siguió haciendo durante 30 años hasta los 90.
En el documental de Krichmar queda muy en claro que si bien Álvarez era un defensor panfletario de la revolución también supo ser un hombre muy críticos de ciertos aspectos y no anduvo con tapujos y mientras pudo los expuso.
Cuando cae la URSS, Cuba comienza a pasar por unos años muy difíciles se le llamó el “período especial”. Ahí fue cuando el gobierno decidió terminar con los noticieros de Santiago. Una compañera diría:”…fue como si lo hubieran fusilado”.
La película de 95 minutos de Krichmar cuyo objetivo es homenajear a un grande del cine, lo logra de manera rotunda. No solo es una obra plagada de momentos con mucho humor, como lo era la del retratado, sino también está llena de comentarios del mismo Álvarez o de los entrevistados sobre el arte de hacer documentales. Lo que resalta la figura de maestro que fue Santiago y que lo dirían todos los que se formaron con él.
Con el nombre “El camino de Santiago” el autor juega con las palabras ya que lo primero que se le viene a la mente quien lo lee es la peregrinación cristiana de Santiago de Compostela. Pero esta es otra peregrinación, la de un gran cineasta, periodista y revolucionario que supo enseñar y dejar pautas de cuales son las mejores formas para comunicar una idea.
Puntaje: 85.
Calificación:
Dirección
Fotografía
Guion
Montaje
Música
Un magnifico homenaje a un maestro del documental.
