Hay clásicos de la literatura que se siguen adaptando para pantalla grande, sin importar la cantidad de veces que se hayan hecho. Pero cuando de ellos sale una idea original, hay que admitir que atrae e interesa. Dracula: Mar de Sangre es una película de André Øvredal que se estrena el jueves 24 de agosto y que está basado libremente en un sólo capítulo de la novela Dracula de Bram Stoker -el 7, si quieren más exactitud-.
El film empieza con la imagen de un barco encallado en Inglaterra sin sobrevivientes a bordo. Mientras tanto, nos enteramos que iba desde Rumania con una carga muy importante, y particularmente vampírica. Esta es la historia del último viaje del Demeter, de acuerdo con la bitácora del capitán (Liam Cunningham), encontrada dentro de la nave.
Los efectos, tanto especiales como prácticos, son la joya que adorna a esta cinta. Es magistral ver cómo el realizador utiliza las sombras y la niebla para ir mostrando de a poco este monstruo basado en el gran Conde Orlok de Nosferatu (1922), obra maestra del expresionismo alemán. Los climas de suspenso que se logran son igual de admirables.
Aunque el elenco no sobresale, sí vale la pena mencionar la presencia de Liam Cunningham (Davos Seaworth en Game of Thrones) y de David Dastmalchian (El Escuadrón Suicida, Duna, Oppenheimer), dos nombres propios que saben llevar público a las salas con su talento.
En una película de estas características es imposible no sentirse claustrofóbico, ya que en el medio del mar uno no sabe a dónde correr. Si eso se lo mezcla con una película estilo slasher -como Halloween o Scream-, es la receta perfecta para una cinta como esta.
Viendo la filmografía de André Øvredal (La Morgue, Historias de miedo para contar en la oscuridad), es imposible negar que entiende de terror. Se nota. Y aunque por momentos parezca efectista, debido a los constantes cortes abruptos de sonido que se vuelven pesados, y no asuste demasiado, los miedosos deberán abstenerse.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Una historia terrorífica digna para fans del género.