Una de las industrias más afectadas durante la pandemia mundial fue el circuito de exhibición de películas. De la noche a la mañana la ceremonia de ir al cine fue cancelada. Por este motivo, una colaboración entre Cinemark Hoyts Argentina y Cining (una empresa de BF Distribution) busca llevar la experiencia de ver estrenos a nuestro hogar. Con esta nueva metodología Yes, God, Yes se podrá visualizar por primera vez en nuestro país. Una comedia satírica, sobre el peso de la religión en nuestras vidas. Basada en un cortometraje homónimo realizado anteriormente.
Alice es una joven adolecente, a comienzos del milenio, que transita sus últimos años de estudio en una escuela católica. Un chisme comienza a propagarse entre los alumnos, que la involucran a ella y a un compañero en un acto sexual. Es por eso que decide escaparse en busca de la redención a un retiro espiritual. Allí comenzará a cuestionar sus creencias y ese temor constante al infierno. Mientras su descubrimiento sexual alborota su mente en todo momento.
“Los hombres son como microondas y las mujeres como hornos convencionales”, recita un actor como una de las primeras frases del audiovisual. La joven directora, también actriz protagónica, sin llegar a faltarle el respeto, utiliza su obra como crítica constante al adoctrinamiento cristiano desarrollado por este tipo de instituciones. Principalmente problematizando la imagen de la feligresa casta, para convertirla en la de creyente castrada. Demostrando escena a escena la hipocresía de este pensamiento retrógrado e incluso como los defensores del mismo son quienes lo incumplen.
Otro aspecto interesante, es la representación del colegio católico como nido de serpientes. Tanto intentan cuidar del pecado a sus alumnos, con sus clases de moralidad o confesiones semanales, que no hacen más que cegarlos ante la realidad del mundo exterior. Tal es así que cuando algo se sale de la norma, son los mismos alumnos quienes se encargan de propagarlo, tal vez buscando un poco de emoción en sus vidas. Algo similar sucede con el retiro espiritual, que como nos enseñaron las múltiples películas de Viernes 13, nunca salen bien. Los concurrentes solo acampan para poder estar alejados de sus familia y tener mayor libertad para relacionarse carnalmente.
La ópera prima de Karen Maine, Yes, God, Yes, consigue ser una comedia ligera con más para decir que para hacer reír. Sin que esto sea en desmedro de la trama, son mucho más potentes las críticas al aparato eclesiástico que los chistes mismos. Actoral y técnicamente correcta, la obra demuestra un gran potencial para futuras realizaciones.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
La ópera prima de Karen Maine, Yes, God, Yes, consigue ser una comedia ligera con más para decir que para hacer reír. Sin que esto sea en desmedro de la trama, son mucho más potentes las críticas al aparato eclesiástico que los chistes mismos. Actoral y técnicamente correcta, la obra demuestra un gran potencial para futuras realizaciones.