El jueves 15 de diciembre llega a las salas de cine, “Pornomelancolía”, la nueva película de Manuel Abramovich. Luego de su estreno en el prestigioso Festival de San Sebastián, donde formó parte del contingente de largometrajes de la Competencia Oficial.
El film bucea entre el documental y la ficción, borrando límites e intercambiando ciertos códigos pertenecientes a los distintos géneros. Una forma de narrar, que no cambia necesariamente el contenido referencial, sino más bien la posición del espectador a la hora de procesar las escenas y su posterior interpretación.
Característica que ya se puede observar desde el inicio del relato, cuando una escena filmada de forma excepcional insta en decirnos mucho con poco. Allí observamos a un hombre (Lalo Santos), en plena calle, que tapa su rostro y comienza a llorar, mientras un sin fin de personas pasan caminando a su lado. Todas parecen llevar a cuesta sus propios problemas y no tienen tiempo para detenerse ante este individuo que expone su angustia incontenible, a la vista de la gente, que sin embargo transita indiferente como si fueran tan solo un reflejo.
Lalo es mexicano y tiene 34 años, su look se caracteriza por dejarse el clásico bigote, típico de su cultura durante los años 60. Un verdadero mito que busca demostrar en esa persona: hombría, carácter y personalidad. Se dice que para un mexicano es peor perder el bigote que perder el pelo. Sus días transcurren entre su trabajo en una fábrica de maquinarias pesadas y aburridas charlas sobre la familia entre compañeros. En sus momentos de soledad se toma fotos provocativas y graba videos porno caseros, que luego sube a las redes sociales, donde tiene miles de seguidores.
Un día se le presenta la posibilidad de iniciar una carrera dentro de la industria de la pornografía gay, situación que Lalo verá como un disparador para una nueva vida. Convencido de que la producción pornográfica le puede ser muy redituable, se prepara para poner su cuerpo en cada escena y actuar secuencias de sexo con los diferentes actores. En este sentido, “Pornomelancolía” busca reflexionar sobre la vida íntima de una persona, quien pese a su flamante fama pública, no puede ocultar su melancolía que surge de sus vivencias diarias, como la soledad, los chequeos médicos de rutina por VIH y la distante relación con su madre.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Lalo es un Sex-influencer que se toma fotos provocativas y graba videos porno caseros, que luego sube a las redes sociales, donde tiene miles de seguidores. Un día se le presenta la posibilidad de iniciar una carrera en la industria de la pornografía gay, situación que verá como un disparador para una nueva vida.