El film se inicia como una especie de falso documental, donde podemos observar como un equipo de filmación alemán formado por la directora Simone (Katja Bürkle) y el camarógrafo Christian (Max Hemmersdorfer) llega a una antigua ciudad del noroeste de Turquía para registrar la vida de Hatice, una anciana Kurda cuyo hijo fue secuestrado por la policía secreta, hace 28 años.
Por tanto, esas primeras imágenes que dejan en claro la fuerte represión hacia el pueblo Kurdo, en el inicio del relato, se presentan como una grabación de la vida real filmadas por el camarógrafo del equipo alemán mezcladas por las que produce Ayşe Polat en su obra ficcional. Un recurso más que interesante si se tiene en cuenta la obvia tensión política que se vive en el lugar.
Allí, los documentalistas alemanes se reúnen con el abogado de derechos humanos Eyüp (Aziz Çapkurt) y la traductora Leyla (Aybi Era), que lleva consigo a una niña, Melek (Çağla Yurga), la hija de Zafer (Ahmet Varlı) su vecino, a quien da clases de inglés.
Las cosas velozmente desmejoran cuando el abogado Eyüp desaparece y Leyla le comunica a la directora Simone que Zafer padre de Melek, es miembro de la policía secreta y quiere concederles una entrevista a cambio de asilo en Alemania. Situación que se nos presenta algo curiosa y desconcertante, la cual encontraremos la respuesta algunos minutos después.
Dividida en tres capítulos, la película irá exponiendo los distintos puntos de vista, primero desde la cámara de los documentalistas, luego desde la óptica del miembro de la policía secreta Zafer y finalmente desde la visión de la niña Melek, para de a poco ir descubriendo que hay detrás de cada personaje.
En este sentido, la historia se irá construyendo por medio de imágenes que serán provistas de diversas cámaras, como celulares, dispositivos de video oculto, registros documentales y las presentadas por la realizadora que cierran la trama, mientras se desentraña una compleja red de conspiración y paranoia.
Estreno 2 de noviembre
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Dividida en tres capítulos, la película irá exponiendo los distintos puntos de vista, primero desde la cámara de los documentalistas, luego desde la óptica del miembro de la policía secreta Zafer y finalmente desde la visión de la niña Melek, para de a poco ir descubriendo que hay detrás de cada personaje.