Cada acción, cada decisión y cada suceso tiene su consecuencia, su reacción y su respuesta. Y esta siempre es y será responsabilidad de quienes actuaron en primer lugar para llevar a cabo la primera parte. Nadie puede actuar sin esperar un retorno, no importa de dónde ni de quién, pero este siempre aparece. Esta situación se acrecienta aún más cuando quien perpetua la acción es un actor social, con poder verdadero. Dígase por ejemplo, un periodista.
Eduardo es un corresponsal enviado a trabajar a la Argentina en la etapa preparativa del mundial del 78. Una vez allí lo abordan los servicios de inteligencia de la última dictadura cívico-militar y lo hacen (tientan) llevar a cabo unos informes de espionaje, altamente detallados, sobre una pareja de doctores brasileños exiliados. Es por la acción de este, pues que los terribles crímenes de los militares tienen lugar en esta obra.
El periodista en cuestión, Eduardo Ulrich, interpretado por Gabriel Rosas, no es una persona sencilla. Si bien acepta con buena predisposición la oferta, en cuanto comienza a ver de lo que se vuelve cómplice arranca un camino en descenso hacia la locura y la inestabilidad. Aquí brilla el diseño de sonido, dado que ayuda a comprender que tan rápido va desmejorando la salud mental del protagonista. De nuevo, por cada decisión, un retorno. Con sus debidas consecuencias.
Llegado el momento y visto lo visto, Eduardo decide no querer seguir con aquel trabajo. Lo que no sabía es que nadie podía salirse. Selló su destino en cuanto acepto colaborar con el régimen dictatorial. En retorno, recibió una culpa y un remordimiento tal que le impide seguir con su profesión. Un resultado a la altura de sus decisiones.
La película está escrita y por Santiago Hadida y Emiliano Serra, y dirigida por este último. Cuenta con una duración total de 75 minutos en la que brillan las actuaciones de Gabriel Rosas, Gabriela Pastor, Agustín Rittano, Eugenia Spago, Jorge Prado, entre otros. Cabe destacar, a su vez, el grandísimo trabajo de diseño de sonido a cargo de Lucas Fridman, y la impecable fotografía de Manuel Rebella.
A manera de conclusión, no queda más que decir que “Corresponsal” es una excelente obra, que resuena con lo tiempos actuales de una manera que asusta. La manera que tienen lo periodistas de alinearse con los distintos poderes y gobiernos, tergiversando los principios de la profesión siempre tienen consecuencias. La película muestra una de ellas, la realidad otra.
Calificación
Dirección
Actuación
Fotografía
Música
Guion
"Corresponsal" es una película con un enorme valor histórico, que lleva a la reflexión sobre el verdadero peso del periodismo y el poder que tiene sobre la vida de las personas.
