“Chuva e cantoria na aldeia dos mortos” de Renée Nader Messora y João Salaviza. Crítica.

Una conjunción de lo mejor del cine de ficción y la estética documental.

El próximo jueves 24 de diciembre en el portal puentesdecine.com se estrenará Chuva e cantoria na aldeia dos mortos. La película está codirigida entre Renée Nader Messora y João Salaviza y además tras ser parte del certain regard de Cannes, se consagró con un premio especial del jurado. Aplicando una difusa línea entre lo terrenal y lo espiritual.

Una tranquila noche en el norte de Brasil, Ihjãc se dirige hacia un lago donde puede comunicarse con su padre muerto. Este le pide que organice una despedida en su honor y así poder pasar al más allá. El joven debe tomar varias decisiones, como ir a la ciudad o dejar a su familia. Comenzando asi un viaje transformador que lo llevará hacia senderos chamánicos.

Como narra la presentación de “The twilight zone” este audiovisual transita en la zona donde la luz se confunde con la sombra. Lo real y lo fantástico se fusionan, sin llegar a ser realismo mágico, aquí donde es posible generar llamas desde el agua. Para Ihjãc  hablar con los muertos se convierte en moneda corriente. Lo cual es interesante como se desprende esta idea sobre el alejamiento espiritual o folklórico de las ciudades hiperdesarrolladas. Dejando de lado sus raíces en pos de una homogeneización globalizante. 

Entre muchas cosas, la historia deja al descubierto la marginación que sufren los pueblos originarios en Brasil y mucho más al norte del mismo. No solo son tratados de manera desigual, en el mejor de los casos con indiferencia, pareciera que para los habitantes de la ciudad ellos no existieran. Por no nombrar que por su ser quienes son no consiguen trabajos dignos ni buenas remuneraciones, haciendo que vivan en la pobreza.

Un desarrollo parsimonioso marca la película, acompañado de una gran composición sonora donde el silencio pareciera no existir. Consiguiendo crear ecosistemas sonoros cuasi vivos. Chuva e cantoria na aldeia dos mortos de Renée Nader Messora y João Salaviza posee una fotografía preciosista, sin caer en la espectacularidad. Por todas estas razones, además de las poderosas ideas que se desprenden de la obra, y con un poco de paciencia hay que sentarse a disfrutar de las casi dos horas del largometraje.

Calificación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación

Un desarrollo parsimonioso marca la película, acompañado de una gran composición sonora donde el silencio pareciera no existir. Consiguiendo crear ecosistemas sonoros cuasi vivos. Chuva e cantoria na aldeia dos mortos de Renée Nader Messora y João Salaviza posee una fotografía preciosista, sin caer en la espectacularidad. Por todas estas razones, además de las poderosas ideas que se desprenden de la obra, y con un poco de paciencia hay que sentarse a disfrutar de las casi dos horas del largometraje.

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Francisco Mendes Moas

Estudio, hago y escribo sobre cine. Mi relación con el séptimo arte siempre peligra con convertirse en una peligrosa adicción.

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