Casi Feliz estrenó su segunda temporada con un poco más de profundidad en la opinión ajena, humor y en cómo Sebastían fortalece vínculos, tanto con sus allegados del pasado, como con él mismo.
La serie protagonizada y creada por Sebastián Wainraich largó su nueva temporada en Netflix, esta vez con menos capítulos, pero que dejan un portal abierto enorme para lo que puede ser una posible tercera temporada y un nuevo gran nudo.
Siempre casi
En esta nueva entrega, se tocan muchos temas que tienen que ver con las ideologías y en cómo la gente del común encara al protagonista por defender lo usual. En este caso los piquetes y en cómo la ultraderecha trata de ponerse del lado “humano”. Esto le trae ciertos conflictos a Sebastián y comienza a cerrarse en sí mismo cada vez más, al punto de no querer expandirse y venderse a sí mismo como un buen locutor. Esto lleva a que su ex mujer, Pilar, que volvió recientemente de Barcelona, con los hijos de ambos, lo convenza constantemente de hacer algo fuera de su zona de confort.
Por otra parte, Sebastián comienza a reencontrarse que personas de su pasado y en el medio, se van generando otros conflictos que involucran a sus hijos, teniendo en cuenta que Pilar está embarazada de mellizos, esta situación lo pone en jaque. A pesar de encontrar ciertos puntos de felicidad y soltarse un poquito más, se van formando nuevos problemas que no lo dejan ser feliz por completo.
El hecho de que Pilar regrese a Buenos Aires, confunde un poco a Sebastián, ya que comienza a mirar un poco más hacia el pasado y ve su relación con ella como algo que puede retomar. A pesar de que ella también se encuentre un poco confundida y molesta al mismo tiempo por el embarazo, con quien más relación tiene al llegar y más tranquila se siente, es con Seba, lo que los une un poco más.
Al final, todo parece solucionarse para Sebastián, pero una nueva situación vuelve otra vez a no dejarlo feliz por completo y eso abre un nuevo hilo para una posible tercera temporada.
En resumen
La segunda temporada de Casi Feliz, saca al protagonista de su zona de confort para abrirse un poco más y estar mejor consigo mismo. Además, se conoce sobre otros personajes y no toda la atención queda centrada en Sebastián, porque no todas las malas o las buenas, sólo le tocan a él.
En conclusión, la nueva entrega es muy entretenida, pero en ocasiones parece recaer en el mismo bucle, problema, solución, problema, solución y más problemas. Por ende, Casi Feliz es buena, pero también tendría que salir un poco más de su zona de confort como Sebastián, ya que en ciertos momentos, la trama parece que se va forzando cada vez más y aburre un poco.
Es muy probable, que la posible tercera temporada venga con un poco más de novedad sin recaer en el mismo juego del protagonista tristón y con la vida complicada.
Los capítulos duran alrededor de 25 minutos cada uno y cuenta solo con 8 esta vez. Por ende, puede que Wainraich y Hernán Guerschuny se estén guardando algo para traernos más material.