El filme “Agua dos porcos” dirigido por Roly Santos hace renacer el cine negro con toques de suspenso, drama y acción en una versión más contemporánea y sensorial. Además juega con una guión dinámico y complejo por su entramado. Por. Florencia Fico.
El argumento de la película coproducción argentina – brasileña “Agua dos porcos”, se trata de un ex policía que flaquea al decidir retirarse y asume la responsabilidad de resolver un crimen en la selva de la triple frontera. Bajo el delito se halla un universo peor al que esperaba, que lo envuelve y lo absorbe en el barro de vínculos de cómplices y traidores donde la supervivencia lo ubica en una zona poco confiable.
La Triple frontera tiene un sistema aislado para manejarse con sus códigos y otra ética, es el espacio donde el tráfico de niños se da con una aparente naturalidad. La forma de relacionarse están dadas por el toma y daca, los protagonistas transitan con precaución. Esa modalidad de vida los conduce a hacer uniones, encubrimiento y engaños.
El director argentino Roly Santos revive el nuevo cine negro insertando un lenguaje audiovisual que apuesta a exponer los secretos de la selva fronteriza con tintes expresionistas, los personajes resbaladizos, los subtramas, el registro de la identificación y el procedimiento del crimen sobresale al tema del asesinato.
El guión fue escrito por Oscar Tabernise y Roly Santos quienes se basan en la novela “El muertito” aunque sólo la tenga de referencia. Para desarrollar un texto rico; en los mecanismos en los que se narra el film noir. Donde el protagonista el investigador privado Gualtieri es un personaje difícil de encasillar como todo el resto de los personajes; todos están empapados de bien y mal. Lo que genera en muchas oportunidades rechazo hasta incomodidad. El libreto está repleto de elipsis y alegorías para que el formato visual describa la situación. Las motivaciones de los personajes son difusas es el caso del detective Gualtieri y su pasado poco fiable.
Se evidencia una comunidad cruel, falsa y corrupta que pone en peligro al protagonista y a su entorno, ubicado en un ámbito decadente, desmoralizado y mortal. La resolución del crimen no es importante; si no el el tono entre dulce y amargo. Asimismo se emplea la presencia de la femme fatale o mujer fatal; que en apariencia es inocente; en éste caso Rita que tiene un trasfondo que hace trasladar a los demás al riesgo o la muerte.
Se manifiesta el bajo fondo en diversos tópicos: la red de pornografía infantil, violencia de género, la relación encubierta entre poderes policiales, latifundistas y autoridades en el ejercicio del proxenetismo o narcotráfico, la trata de niños, la compra de bebés, los pederastas y los asesinos a sueldo.
El director de fotografía Vinni Gennaro cuenta con una gran factura técnica, desde el empleo de drones para capturar lo encapsulado que puede ser el paisaje en la selva misionera o paranaense. Asimismo traveling en las persecuciones de acción. El uso de la iluminación en claroscuro da ese clima tenebroso y capturas al anochecer con humedad en el sitio con juego de sombras para pronunciar la psicología de los personajes.
La música de Edu Zvetelman se ancló en escenas violentas, sensibles, misteriosas y melancólicas a la instrumentación de pianos, guitarra, violines y flautas para incrementar la sensación de suspenso e intriga. En otros estilos tropicales, bailables y tango para detallar a un personaje; o el estado de ánimo de las personas o la película.
En torno al reparto el investigador en la piel del actor uruguayo Roberto Birindelli como Gualtieri esboza un porte de antihéroe aunque no por completo; se rige por olfato y la constante entrega tanto corporal como dramática. La actriz Mayana Neiva en el papel de Rita expone su sensualidad, sensibilidad y osadía. Su colega Allana Lopes como Blanca da juventud y rebeldía al filme.
El actor argentino Daniel Valenzuela como el subcomisario Fabro exhibe su capacidad en roles de villano, manipulador y descarado. El artista del mismo país, Juan Manuel Tellategui, encarnó a Fabian un metre con facetas duales y demostró llevarse la atención de su particular forma de gesticulación e histrionismo.
La actríz brasileña Leona Cavalli interpreta a Debora una prostituta con corazón y de armas tomar. Los actores brasileños Luiz Guilherme como Quiroga y Néstor Nuñez como El Chapa son la misma cara de una moneda los bravos, feroces e impulsivos.
El filme del realizador Roly Santos se sumerge en el estilo cine noir con capas de thriller, drama, acción y un dejo de policial negro. Atrapa al espectador desde su registro tanto estético como expresivo. La interpretación de Roberto Birindelli y Mayana Neiva reavivaron el carácter de la película; reafirmando el género con sus perfiles y composiciones tan explosivas y enredadas. Y un libreto que auspicia un viaje laberíntico y experimental.
Puntaje: 85.
Dirección
Guion
Reparto
Música
Fotografía
El filme del realizador Roly Santos se sumerge en el estilo cine noir con capas de thriller, drama, acción y un dejo de policial negro. Atrapa al espectador desde su registro tanto estético como expresivo. La interpretación de Roberto Birindelli y Mayana Neiva reavivaron el carácter de la película; reafirmando el género con sus perfiles y composiciones tan explosivas y enredadas. Y un libreto que auspicia un viaje laberíntico y experimental.