El día de hoy se estrena la primera película de Marí Alessandrini. Tras ser presentada en el Festival de Locarno, “Zahorí” llega a las salas de cine del país. Renovando a la cartelera como todos los jueves, un audiovisual que representa la eterna lucha entre querer y deber.
La joven Mora se encuentra entrando en la adolescencia, con todo lo que esto acarrea. En primer lugar desea ser gaucho, algo que su entorno le niega por ser mujer. Por otro lado se revela contra la institución escolar y la autoridad de sus padres. La única persona que pareciera comprenderla es Nazareno, la viva personificación del gaucho clásico.
Crecer nunca es fácil y menos aún en un entorno tan hostil y austero como en el que se encuentra Mora. Durante la semana duerme dentro de la escuela rural, donde sus compañeros la alejan. Los fines de semana sus padres la obligan a trabajar la tierra para que puedan comer de lo que producen.
Nadie jamás le pregunta lo que desea. En cambio su amigo Nazareno al menos la escucha y le enseña lo que ella realmente desea aprender. Por lo que Mora constantemente se encuentra luchando en pos de pasar tiempo con él y conseguir ser el gaucho que realmente quiere ser.
La austeridad de los paisajes pareciera hacerse carne en la estética del audiovisual. La llanura patagónica, de lejanos horizontes, hace de protagonista. Las construcciones se cuentan con los dedos al igual que los diálogos, casi en un eterno susurro. Aunque por momentos estos elementos se combinan y generan secuencias hermosas como las de Nazareno sobre el final.
Últimamente se genera en las películas una “estética de festival”, lo cual genera que todos los audiovisuales seleccionadas se parezcan un poco. Si bien “Zahorí” de Marí Alessandrini posee algunos de estos tropos, consigue liberarse de a ratos, generando bellos momentos.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Últimamente se genera en las películas una “estética de festival”, lo cual genera que todos los audiovisuales seleccionadas se parezcan un poco. Si bien “Zahorí” de Marí Alessandrini posee algunos de estos tropos, consigue liberarse de a ratos, generando bellos momentos.