En los últimos años hay dos conceptos que vivieron un exorbitante boom. El primero es el del “hilo rojo”, donde las personas unidas por este hilo están destinadas a amarse mutuamente. Por el otro lado el cine proveniente de Corea del sur, que se terminó de consagrar a nivel mundial con las estatuillas de la academia. Dentro de este contexto surge el primer largometraje de Celine Song, “Vida Pasadas”. Su estreno será el próximo 29 de febrero en varias salas del país.
Nora y Hae Sung desde pequeños poseen una fuerte conexión entre ellos. La familia de Nora emigra a Canadá y los niños se ven obligados a separarse. Con el paso de los años y con la ayuda de las redes sociales, logran encontrarse nuevamente de manera virtual. Y años más tarde, ya de adultos, coordinan un encuentro en Nueva York. ¿Seguirá viva esta conexión a pesar de los años?
Nobleza obliga, hay que reconocer la manera en que “Vidas Pasadas” logra captar las nuevas formas que toma el amor en estos días. Siendo su segundo acto el más emblemático en este sentido, retratando una relación a distancia sin etiquetas, que es posible sólo gracias a la existencia de internet y las redes sociales. Los amantes usan Skype y coordinan horarios para poder hacer las llamadas, algo que en algunos años las futuras generaciones recordarán con la melancolía que ahora le otorgamos a las cartas de nuestros abuelos.
Si bien no son exactamente lo mismo el concepto de In-yun y el hilo rojo, básicamente porque provienen de países diferentes y cada población adapta las creencias a su manera, el fin es el mismo. Brindan una explicación a un amor tan fuerte que es capaz de sobreponerse a cualquier adversidad. Salvo que el In-yun se prolonga en el tiempo e incluso las vidas. Algo que también exploran películas como “Siempre el mismo día” de Lone Scherfig o en el plano local “El hilo rojo” de Daniela Goggi.
“Vidas pasadas” de Celine Song no posee cualidades negativas. Incluso podríamos decir que es un producto redondo y bello como un posteo de Pinterest. Cumple con su función de entretener y narrar una historia de amor, de manera eficaz y eficiente. Sin embargo, no le encuentro méritos suficientes para tener la cantidad de resonancia que está teniendo. Quizás sea por su correcto final o por su capacidad de llegar a tocar algo dentro de uno, haciendo que salgas de la sala de cine sintiéndote abrazado.
